Dos de los 5.000 talibanes que liberaron las autoridades afganas como parte del proceso de paz en Afganistán mataron la semana pasada al periodista afgano Rahmatullah Nikzad, revelaron este jueves los servicios de inteligencia afganos.
La Dirección Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia afgana, anunció en un comunicado el arresto de Hamidullah y Zikrullah, dos talibanes recién liberados durante el proceso de paz, que confesaron el asesinato del periodista.
El suceso tuvo lugar el pasado 21 de diciembre en la provincia meridional de Ghazni, cuando el periodista independiente Nikzad, que había colaborado con varios medios internacionales, fue tiroteado frente a su casa con una pistola con silenciador.
El Gobierno había alertado durante los últimos meses de que algunos de los talibanes liberados como parte del proceso de paz estaban volviendo a las armas, algo en contra del pacto firmado en Doha el pasado febrero entre los insurgentes y Estados Unidos.
En ese acuerdo se decidió liberar a 5.000 talibanes y mil miembros de las fuerzas de seguridad afganas como paso previo al inicio de las negociaciones de paz intraafganas, que comenzaron en septiembre en Doha.
Así, según la agencia de inteligencia afgana, cuando Hamidullah y Zikrullah fueron liberados, regresaron a las filas talibanes, en concreto a una unidad especial en Ghazni encargada de los asesinatos selectivos, y mataron al periodista, a un juez y dos empleados gubernamentales, además de colocar minas antipersona.
La muerte del periodista se enmarca dentro de una reciente ola de ataques selectivos que, casi a diario, tienen como objetivo a políticos, activistas, periodistas o intelectuales en Afganistán.
Aunque los talibanes han negado su participación en estos ataques, mostrando incluso su tristeza por la muerte del periodista Nikzad, el Gobierno sostiene que los insurgentes han asumido esta como una nueva táctica de guerra tras el compromiso con los estadounidenses de no perpetrar grandes atentados en ciudades.
ASESINATOS DE PERIODISTAS
Más allá de esta nueva ola de ataques selectivos, Afganistán es considerado uno de los países más peligrosos para los periodistas, y ocupa el puesto 122 de 180 en la clasificación mundial de la libertad de prensa 2020 de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Solo el mes pasado los periodistas afganos Elyas Dayee, de la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty, y el prominente presentador televisivo Yama Syawash, que estuvo vinculado al popular canal privado Tolo, murieron en dos atentados con bomba lapa colocadas en sus vehículos.
Además este mes murió tiroteada junto a su conductor Malala Maiwand, que trabajaba como presentadora en el canal de la televisión local Enakas y desempeñaba un rol activo en la comunidad como activista, en un ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
EFE