Ante una campaña de vacunación más lenta de lo esperada en EE.UU., la ciudad de Nueva York inauguró esta semana varios centros para inyectar al mayor número de personas las 24 horas, el caso de Brooklyn Army Terminal, que tiene la capacidad de inocular a unos 2.000 ciudadanos al día.
«Ha sido increíble.(…) La gente realmente quiere vacunarse», afirmó el director médico de los Centros Comunitarios de Vacunación y Pruebas de Coronavirus de NY, Jonathan Jiménez, sobre la aceptación de este centro ubicado en el barrio de Sunset Park, en el sur de Brooklyn.
Se trata de una instalación al aire libre, de una treintena de pequeñas casetas en las que los neoyorquinos son atendidos por dos personas: una que registra todos los datos del paciente en un ordenador, y otra que explica el procedimiento e inyecta el suero.
Después, el recién inoculado pasa a una «zona de observación», un área delimitada con láminas de plástico, en la que se han dispuesto sillas negras de plástico, distanciadas entre sí y en la cual tras un cuarto de hora, y si el paciente no ha mostrado ningún efecto secundario, es libre de irse.
EFE