Los fiscales mexicanos declararon el jueves completamente infundado el caso de Estados Unidos contra un exsecretario de defensa arrestado por cargos de drogas en Estados Unidos y luego regresado bajo presión del gobierno mexicano.
MARK STEVENSON // AP
Pocos habían esperado que México procesara realmente al influyente exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha confiado más en el ejército que cualquier otro presidente reciente, confiándole todo, desde proyectos de infraestructura hasta la operación de aeropuertos y trenes.
Algunos pensaron que los fiscales mexicanos podrían desestimar el caso por razones técnicas de evidencia inadmisible. Pero fueron más allá, aclarando absolutamente a Cienfuegos de las acusaciones de que ayudó a un cártel de la droga a cambio de sobornos en una medida que podría estropear las ya accidentadas relaciones de México con Estados Unidos en la era posterior a Trump.
En un proceso sorprendentemente rápido, la Fiscalía General de México anunció que Cienfuegos presentó pruebas en cinco días que, según dijo, refutaban por completo lo que describió como una investigación estadounidense de siete años sobre el ahora general retirado.
“Se llegó a la conclusión de que el general Salvador Cienfuegos Zepeda nunca se reunió con la organización criminal investigada por las autoridades estadounidenses, y que tampoco tuvo comunicación alguna con ellas, ni realizó actos para proteger o ayudar a esas personas”, la oficina dijo en un comunicado.
Dijo que no se había encontrado que Cienfuegos tuviera ingresos ilícitos o anormales, ni se encontró evidencia alguna “de que hubiera emitido una orden a favor del grupo criminal en cuestión”.
Todos los cargos fueron retirados y Cienfuegos, quien nunca fue arrestado después de que fue devuelto por funcionarios estadounidenses, ya no está bajo investigación.
Cienfuegos fue arrestado en Los Ángeles en octubre, luego de ser acusado en secreto por un gran jurado federal en Nueva York en 2019. Fue acusado de conspirar con el cartel H-2 en México para contrabandear miles de kilos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana mientras fue secretario de Defensa de 2012 a 2018.
Los fiscales dijeron que los mensajes interceptados mostraban que Cienfuegos aceptaba sobornos a cambio de asegurarse de que los militares no tomaran medidas contra el cártel y que se iniciaran operaciones contra sus rivales. También fue acusado de presentar a los líderes del cártel a otros funcionarios mexicanos corruptos.
Bajo la presión de las amenazas implícitas de México de restringir o expulsar a los agentes estadounidenses, los fiscales estadounidenses abandonaron su caso para que Cienfuegos pudiera ser devuelto a México e investigado bajo la ley mexicana.
El fiscal federal interino Seth DuCharme le dijo a un juez en ese momento: “Estados Unidos determinó que el interés más amplio en mantener esa relación de manera cooperativa superaba el interés del departamento y el interés del público en llevar adelante este caso en particular”.
Aunque Estados Unidos cedió ante Cienfuegos, el Congreso de México unas semanas después aprobó una ley que restringirá a los agentes estadounidenses en México y eliminará su inmunidad diplomática.
Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas, dijo que limpiar Cienfuegos “podría ser la gota que colmó el vaso en lo que respecta a la cooperación entre Estados Unidos y México en actividades antidrogas”.
“Estaba predeterminado que la justicia mexicana no avanzaría con el procesamiento del general Cienfuegos”, dijo Vigil. “Manchará enormemente la integridad de su sistema judicial y, a pesar de la retórica política de querer eliminar la corrupción, obviamente ese no es el caso. El estado de derecho se ha violado de manera significativa “.
López Obrador tenía una relación cercana y amistosa con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y esperó más que casi cualquier otro líder mundial para felicitar a Joe Biden por su elección. Las restricciones a los agentes estadounidenses y las veladas advertencias de López Obrador al equipo de Biden para que se mantuviera al margen de los asuntos mexicanos parecían presagiar relaciones espinosas. La decisión de Cienfuegos solo puede agregar a esa percepción.
Cienfuegos, un general que dirigió el departamento del ejército de México durante seis años bajo el presidente Enrique Peña Nieto, fue el exfuncionario del gabinete mexicano de más alto rango arrestado desde que el alto funcionario de seguridad Genaro García Luna fue arrestado en Texas en 2019.