Varios allegados del opositor encarcelado Alexéi Navalny fueron detenidos este jueves en Rusia, poco antes de que un tribunal examine un recurso sobre el arresto del líder anticorrupción y a pocos días de nuevas manifestaciones en todo el país.
Estas detenciones se producen tras una serie de allanamientos el miércoles por la noche en apartamentos de personas próximas al enemigo jurado del Kremlin, así como en locales de su organización. Navalni enfrenta varios procesos en su contra desde su regreso el 17 de enero.
El hermano del opositor, Oleg Navalni, y su aliada y figura emergente del movimiento, Liubov Sóbol, permanecerán en arresto durante 48 horas por “violar las normas sanitarias” en vigor por la pandemia del coronavirus, según el equipo de Navalni.
El abogado de Sóbol, Vladimir Voronin, denunció en Twitter “un completo delirio y arbitrariedad”.
María Aliójina, miembro del grupo de protesta Pussy Riot, también fue detenida durante 48 horas por el mismo motivo, según dijo su compañera Nadezhda Tolokónnikova en Instagram.
Anastasia Vasilieva, jefa de un sindicato médico parcialmente vinculado a Navalni, corrió la misma suerte, al igual que otros colaboradores, según un estrecho colaborador del opositor Ivan Zhdánov.
Un vídeo difundido en los medios y en redes sociales mostraba a Vasilieva tocando el piano en su casa, mientras los investigadores registraban su apartamento.
– Llamados a manifestar –
Estas detenciones se producen cuando un tribunal debe examinar el jueves el recurso de Alexéi Navalni contra su detención hace más de una semana.
El opositor se encuentra detenido como mínimo hasta el 15 de febrero tras regresar a Moscú desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento en agosto que atribuye al presidente ruso, Vladimir Putin, y a los servicios de seguridad FSB.
Los registros del miércoles tuvieron como objetivo el domicilio de su esposa Yulia, de su hermano Oleg y de su portavoz Kira Yarmysh, condenada el pasado viernes a nueve días de prisión, así como locales de su organización, Fondo de Lucha contra la Corrupción.
Los domicilios o locales vinculados a Navalni se allanaron en varias ocasiones en los últimos años y por varios motivos, por lo que su equipo denuncia un acoso judicial por motivos políticos.
Según Zhdánov, los allanamientos se enmarcan en una investigación por violación de las “normas sanitarias” en vigor a causa de la pandemia durante las manifestaciones opositoras que tuvieron lugar el sábado en Rusia.
El ministerio de Interior aseguró que los organizadores de las protestas, que no fueron autorizadas y se saldaron con casi 3.900 detenciones, “crearon una amenaza de propagación del coronavirus”.
Las autoridades abrieron unas 20 investigaciones, en particular por llamados a disturbios, violencia contra la policía o incitar a menores a cometer acciones ilegales.
El gendarme de las telecomunicaciones Roskomnadzor anunció que multaría a las redes sociales hasta con 4 millones de rublos (unos 52.600 euros, 63.500 dólares) por no haber borrado los llamados incitando a los menores a manifestarse.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, defendió este jueves a las fuerzas del orden que “cumplen con su trabajo” y subrayó que “hubo múltiples violaciones de la ley” en las protestas del sábado.
Los apoyos de Navalni, quien debe comparecer ante los jueces la próxima semana y se enfrenta a penas de prisión firme, convocaron nuevas protestas el domingo y esperan aprovechar el éxito de una investigación del opositor sobre un presunto palacio de Putin a orillas del mar Negro.
AFP