La jefa del partido de extrema derecha francés RN Marine Le Pen presenta este viernes un proyecto radical contra las “ideologías islamistas” y sus manifestaciones, a las que pretende desterrar de todas las esferas de la sociedad, empezando por el uso del velo.
Mientras la Asamblea Nacional francesa examina desde inicios de semana un proyecto de ley contra el “separatismo” que se centra especialmente en el islamismo radical, la Agrupación Nacional (RN) denuncia la falta de “valor” del texto y presenta un proyecto contrario mucho más extremo.
El texto del RN pretende así “prohibir” la “práctica, la manifestación así como la difusión pública” -en el cine, en la prensa y en la escuela- de las “ideologías islamistas”.
Pero “no se trata de atentar contra la libertad de conciencia”, asegura el eurodiputado Jean Paul Garraud, autor principal de la propuesta de ley, en el diario Le Figaro. Se trata de “prohibir toda manifestación pública de una ideología que constituya, por sí misma, una grave perturbación del orden público. Ya es el caso, por ejemplo, del nazismo”, explica.
El RN no define con precisión en su texto las “ideologías islamistas”, pero las caracteriza por su “incompatibilidad” con los “derechos, libertades y principios” inscritos en la Constitución, por su “negativa a respetar la laicidad del Estado”, o incluso por “los principales factores de división que inducen”, precisa.
La propuesta emblemática del texto pretende prohibir los “atuendos islamistas”, como el velo, en todo el espacio público. En la actualidad, el uso del velo, como cualquier signo religioso ostentoso, está prohibido en la escuela, mientras que los funcionarios públicos están sometidos al principio de “neutralidad”.
El tema del velo, recurrente en Francia, agita los ánimo en los debates políticos y sociales desde hace décadas.
El texto también considera “circunstancia agravante” todo delito o crimen relacionado con esas ideologías, y autoriza por el mismo motivo la retirada de la nacionalidad francesa.
Por su parte, el proyecto del gobierno prevé una batería de medidas sobre la neutralidad del servicio público, la lucha contra el odio en línea, la instrucción en familia, el control reforzado de las asociaciones y una mayor transparencia de los cultos.
AFP