“Nuestros familiares no aguantan ni un día más sin diálisis”, reclamaba Alejandra Marín el pasado 7 de enero frente la Unidad de Diálisis Juan Pablo II de Caracas; una de las primeras protestas que se registró en el país este 2021.
Los pacientes renales no pueden esperar más, desde 2015 vienen padeciendo un calvario: falta de medicinas, cierre de unidades de diálisis, reducción de los tratamientos por falta de máquinas de riñón artificial (MRA) o por la crisis de los servicios públicos, de personal calificado, transporte, efectivo, hiperinflación; y en 2020 se sumaron covid-19 y restricciones en el suministro de gasolina. Su vida depende del régimen de Maduro.
“Están enfermos. Están descompensados, porque las toxinas están llegando a su cerebro y al corazón; eso pone en riesgo su vida”, señalaba Marín al ser entrevistada el 7 de enero, durante la protesta.
#7Ene Ultima hora I pacientes renales y familiares se encuentran protestando frente a la unidad de Diálisis Juan Pablo II en la Av Nueva Granada, debido a la falta de diálisis, el personal médico no puede actuar por falta de equipos y de personal. La PNB ya en sitio
Ft cortesía pic.twitter.com/g1mCqY6RGb— Un Nuevo Tiempo Caracas (@UNT_Caracas) January 7, 2021
Las máquinas y los tratamientos que requieren las personas con problemas de insuficiencia renal y las personas trasplantadas dependen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), públicas y privadas.
Este organismo llego a contar con más de 2.000 MRA, pero para 2017 más de la mitad se encontraba dañadas y muchas unidades cerraron. Entre 2018 y 2019, las máquinas fueron paralizándose por falta de reparación y repuestos y la mayoría quedo inutilizable, mermando el acceso a tratamiento de diálisis en el país; asegura un informe publicado en 2019 por la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) y Amigos Trasplantados de Venezuela.
2020 en cifras rojas
“El 2020 cerró en casi todo el país con cifras rojas. Esto se debe a los efectos del covid-19, el virus ha sido letal en la población vulnerable, como los son trasplantados y pacientes renales. El 80% de las unidades de diálisis del país presentan fallas de mantenimiento de la planta de osmosis y en las MRA.
La cuarentena y las restricciones de movilidad no fueron solo para los pacientes, también lo fueron para los proveedores. En el interior para que lleguen los medicamentos las valijas están tardando mucho y muchas veces llega incompletas, los insumos son personalizados.
El reparto del IVSS ahora se hace de forma semanal, hay retrasos y no hay stock en las regiones. Esto un problema sumamente grave”, señala Reymer Villamizar, director de Amigos Trasplantados de Venezuela.
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Autores: Javier Guaipo, El Tiempo; José Rivas, Correo del Caroní; Luis Hidalgo, Danilo Sarmiento y Carlos Atacho, La Mañana; Katherine Nieto, El Impulso; Rosecny Zambrano, La Nación; Dany Márquez, Yaracuy al Día; y Valentina Rodríguez TalCual.