Dos personas murieron tras cruzar de forma irregular la frontera entre Chile y Bolivia en medio del altiplano andino en la localidad norteña de Colchane, confirmó este miércoles el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
Los inmigrantes, que formaban parte de un grupo más grande de unas 30 personas, eran de nacionalidad venezolana y colombiana y uno de ellos tenía 70 años de edad, según autoridades que no informaron sobre las causas de la muerte de los dos extranjeros.
“Lo ocurrido anoche ratifica algo que venimos diciendo hace mucho tiempo, porque las condiciones en las que llegan estas personas son un riesgo para su salud”, dijo Delgado.
El paso fronterizo entre la pequeña localidad de Colchane (Chile) y el pueblo de Pisiga (Bolivia), en una zona andina a más de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar, se convirtió en los últimos meses en ruta para que extranjeros -en su mayoría venezolanos- lleguen a Chile de manera irregular pese a lo agreste y las extremas temperaturas que deben soportar en esa zona y desafiando la pandemia del covid-19.
Debido a su gran extensión, esta frontera es difícil de controlar.
En los últimos días el alcalde de Colchane, Javier García, ha denunciado públicamente la necesidad de controlar los ingresos irregulares de migrantes y pidió a las autoridades de Bolivia y Chile “mitigar la migración de ciudadanos venezolanos que afecta a los aymaras (etnia que vive en la zona) de Bolivia y Chile, quienes han visto sus vidas afectadas por este proceso migratorio”.
Desde 2014, cerca de 500.000 venezolanos se afincaron en Chile escapando de la crisis política y económica en su país, y se han convertido en la colonia extranjera más numerosa del país.
Chile vivió en los últimos años una explosivo crecimiento de la migración, que hoy alcanza a cerca de 1,5 millón de personas, que llegaron sobre todo atraídas por la estabilidad política y económica, según información oficial.
AFP