De Paris Jackson a Michael Gandolfini y Zelda Williams: Tragedias y triunfos de los niños huérfanos de Hollywood

De Paris Jackson a Michael Gandolfini y Zelda Williams: Tragedias y triunfos de los niños huérfanos de Hollywood

Michael Gandolfini y James; Paris Jackson y Michael Jackson; Zelda Williams y Robin Williams

 

La vida los trató con crueldad. Perdieron a sus padres de un día para el otro y envueltos por la fama. Los tuvieron que llorar ante las masas, homenajear en redes sociales y compartir con cientos de miles. Son los niños huérfanos de Hollywood… Aquellos que debieron duelar en público, seguir un legado y honrar un apellido. Son Zelda Williams –hija de Robin–, Cooper Hoffman –hijo de Philip Seymour–, Michael Gandolfini –de James–, Meadow Rain Walker –de Paul–, Billie Lourd –de Carry Fisher– y Paris Jackson –de Michael–.

Por infobae.com





Zelda (31) es la más conocida de los tres hijos de Robin Williams, el ganador del Oscar por En busca de un destino, en 1997. El astro se quitó la vida el 12 de agosto de 2014, en su casa de San Francisco, a los 63 años. Estaba deprimido y sufría una enfermedad neurodegenerativa. Actriz, Zelda se lució en Jane the virgin y Mentes criminales. Activa en las redes sociales, siempre hizo catarsis. Recordó a su padre en cada cumpleaños y celebró cada hito del genial actor. Además, peleó con personalidades como Eric Trump cuando el empresario usó un video de Robin para atacar al candidato político que se oponía a Donald.

Susan Schneider, Robin Williams y Zelda Williams (Foto: AFP)

 

Sin embargo, hace un tiempo borró contenido personal de sus redes y pidió a sus seguidores que entendieran la pausa. Se dedicó a promocionar su trabajo de actriz y de directora, pero en el que hubiera sido el cumpleaños número 69 de su padre hizo una excepción. ¿Qué se le ocurrió? Donó 69,69 dólares a varios hogares para personas sin techo e instó a sus seguidores a que hicieran lo mismo. “No puedo expresar lo mucho que esto habría significado para papá. Amaba a las personas sin hogar, pasó gran parte de su vida tratando de ayudarlos, elevarlos, hacer que fueran tratados con dignidad en lugar de desdén. Gracias por mantener viva su bondad”, escribió Zelda en su posteo para emular a Robin y que así Hollywood no lo extrañe tanto.

Philip Seymour Hoffman y Cooper en 2009 (Foto: Shutterstock)

 

El actor de La sociedad de los poetas muertos no fue el único talentoso que se fue en el 2014. Ese año también murió Philip Seymour Hoffman de una sobredosis. Cooper, su hijo, tenía 11 cuando las cámaras lo enfocaron en el entierro del ganador del Oscar por Capote, en 2005. Seis años más tarde y parecido físicamente a su padre, el adolescente tiene quien lo proteja. Porque siempre que hay huérfanos, lo deseable es que aparezca un padrino. El de Cooper es Paul Thomas Anderson, director de Juegos de placer, película que consagró a Hoffman padre. A pesar de la inexperiencia de Cooper, Anderson lo subió a escena para protagonizar Soggy bottom con Bradley Cooper y Alana Haim. Se trata de una película que analiza el éxito y se centra en la complicada madurez de un famoso actor infantil del San Francisco en los años setenta. Todo un desafío para el hijo de Philip Seymour, que cuenta con las bondades del apellido, pero también con la presión de ser comparado.

James y Michael Gandolfini

 

Con 21 años, Michael Gandolfini da que hablar. Su padre fue uno de los grandes personajes de series de todos los tiempos, Tony Soprano. Y David Chase, guionista de la serie, es quien está ahí para proteger a Michael. Porque el primogénito de James Gandolfini –que murió de un infarto en 2013– tendrá un honor que es para pocos. Será un Tony adolescente en The many saints of Newark, la precuela cinematográfica de la serie, que contará una guerra entre clanes mafiosos que transcurre en la década de los sesenta en Nueva Jersey. “Si los Soprano creen en algo, es en que la familia va primero”, escribió el actor en Instagram al hablar de la novedad y agregó que semejante desafío lo ayuda a hacer el duelo por su padre. No llega sin haber hecho nada de nada, antes fue Joey Dwyer en la serie The deuce.

Un año más grande que Michael es Meadow Rain Walker, de 22. La joven saca provecho de la genética que le legó su padre, Paul Walker. El actor de Rápido y furioso murió –vaya paradoja– en un accidente automovilístico en 2013. Lánguida, estilizada y con ojos azules iguales a los del actor, integra la agencia DNA Models, debutó como imagen de la marca Proenza Schouler y ya se posiciona como una it girl. Claro que cumple con uno de los requisitos de esta era: más de dos millones y medio de seguidores en Instagram.

Paul y Meadow Walker

 

Activista como Paul, creó una fundación que se llama como su padre para impulsar el rescate de animales, los océanos y aquellos espacios naturales que están en peligro. De hecho, ella misma le debe su nombre a la pasión de Walker por el medioambiente: “pradera” y “lluvia”, en inglés. Y, como tantos otros, también cuenta con un padrino. “Es mi protector y mi aliado. Tengo mucha suerte de poder llamarlo mi mejor amigo”, apuntó alguna vez Meadow en redes sociales en relación a Vin Diesel, ladero de su papá en la recordada película de autos, motores y aventura. “La familia tiene una tarta esperándote para cuando vuelvas a casa, así que apurate. Te quiero, pequeña”, le contestó el actor, que la acogió en su casa durante tiempo, tras la muerte de Paul.

Billie Lourd y Carrie Fisher son dos gotas de agua

 

Distinto es el caso de Billie Lourd (28), que era más grande y a fines del 2016 perdió a su mamá, la enorme Carrie Fisher de La Guerra de las Galaxias. Acababa de debutar con un papel menor junto a ella, la inolvidable la princesa Leia, en El despertar de la fuerza, película de la saga. Ahora sigue con su papel de teniente Connix en el resto de las entregas. Pero, además, el productor Ryan Murphy le dio una mano y le ofreció un papel en la serie American Horror Story. “Solo habían pasado unos meses desde la muerte de mi madre y me ayudó a procesar todas mis emociones. Poder llorar a través del personaje me permitió llorar por mí misma. Fue sanador, catártico, el equipo se ha convertido en mi familia. No puedo agradecérselo lo suficiente a Ryan. Sinceramente, me salvó la vida”, declaró Billie en su momento y confirmó el dicho popular de que “el escenario, sana”.

La que más difícil la tuvo, fue, sin duda, Paris Jackson, la hija de Michael, el ícono del pop que murió a los 50 años, de una sobredosis de propofol. La chica de 22 años contó varias veces que estuvo muy deprimida, que lidió con la adicción a las drogas e incluso que intentó suicidarse. Mucho de esto relató en el segundo capítulo de la docuserie que protagoniza, Sin filtro: Paris Jackson y Gabriel Glenn. Modelo, actriz e ilustradora, tenía solo 11 años, cuando perdió a su padre y se fue a vivir con su abuela, Katherine.

Paris Jackson, el año pasado (Foto: REUTERS/Danny Moloshok)

 

Estuvo en pareja con el músico Gabriel Glenn y suele abrirse públicamente en relación a su vida. Contó que cuando tenía 15 fue internada en un centro de rehabilitación de Utah. “Pero salí con muchos más problemas de los que entré”, deslizó. Además, se definió bisexual y agregó que siempre pensó que se casaría con una mujer. Wilted, de noviembre del año pasado, es su primer álbum solista y va del pop orquestal al rockfolk alternativo. Todo indica que cuando lo lanzó sabía que jamás lograría igualar a su padre. Porque en 1982 Michael Jackson compuso Thriller, vendió más de 50 millones de discos y se consagró con el álbum más exitoso de la historia de la música. ¡Inigualable! Porque sólo con el apellido, no alcanza.