La clase media venezolana llegó a ser proporcionalmente la más importante de América Latina, fue uno de nuestros orgullos muy comentado y analizado en muchos medios académicos y políticos de nuestra realidad regional. En alta proporción nuestra clase media estuvo conformada por profesionales en las diferentes áreas del conocimiento científico y tecnológico. Se fue construyendo a raíz de la explotación petrolera que ya lleva 106 años desde el Zumaque en Mene Grande. Se ha generando una renta que fue creciendo a medida que fue aumentando la producción y la exportación de hidrocarburos. Esta renta permitió la instalación y crecimiento de las universidades existentes, así como escuelas técnicas y politécnicos industriales. De las universidades e institutos tecnológicos han egresado varios millones de profesionales en las ramas de la ingeniería incluyendo la petrolera, en las ciencias económicas, administrativas, contables y humanísticas. El Know-how venezolano constituido por los profesionales en todas las áreas del saber representa unos 25 millones de años-hombre tomando en cuenta la escolaridad y la experiencia en el trabajo.
Nuestra clase media asalariada y la no asalariada o trabajadores por cuenta propia llegaron a devengar unos ingresos mensuales que le permitían cubrir todas sus necesidades básicas en alimentación, salud, educación de sus hijos, servicios públicos, distracción, etc. Durante estos 20 años del llamado socialismo del siglo XXI, se ha venido destruyendo la economía y las instituciones democráticas en el ejercicio de los derechos ciudadanos y políticos. La economía se ha contraído más de un 60% que implica disminución de su tamaño por cierre de empresas en lo industrial, agropecuario y comercial y lo que esto significa en el aumento del desempleo y por ende, en la disminución del poder de compra de la población. En la última encuesta de hogares del Centro de Documentación y análisis social –CENDAS correspondiente Diciembre de 2020, una familia de cinco miembros requiere de un ingreso mensual superior a 600 millones de bs para satisfacer sus necesidades de alimentación, servicios básicos como salud, educación, electricidad, gas, agua, etc- De acuerdo a esta misma encuesta la canasta alimentaria tiene un costo mensual de 324 millones de Bs.
Más del 90% de la población venezolana está entre el nivel de pobreza crítica y pobreza extrema, muy lejos del monto mensual requerido para sufragar el costo de la canasta básica. Menos del 10% de las familias venezolanas pueden tener acceso a esta canasta. El empobrecimiento en estos años ha sido tal que desapareció la otrora clase media venezolana, no se extinguió, la destruyeron. Un porcentaje importante, unos 5.6 millones de venezolanos en su mayoría jóvenes en alta proporción, profesionales con experiencia en todos los campos del conocimiento han emigrado a otras partes del mundo. Han emigrado no por placer, sino en procura de oportunidades que ya aquí no existen o se han reducido drásticamente Es la triste realidad del único país petrolero del mundo que se quedó sin reservas internacionales, inclusive sin gasolina, sin capacidad para importar alimentos, medicinas e insumos de la producción de bienes y servicios. El resto del mundo, América Latina, Europa, Norteamérica y otros continentes están aprovechando estos valiosos recursos humanos. En el área petrolera por ejemplo, un contingente de profesionales están trabajando en el Medio Oriente y países petroleros de nuestra geografía latinoamericana. A lo que nos ha llevado esta “revolución”.
Finalizo este ensayo con un pensamiento del Dr. Willian Nordhaus, Premio Nobel de Economía 2018; “ La economía de Venezuela para ilustrarla mejor, es como alguien tendido en el suelo y Maduro, dándole con un puñal, desesperado mira, a ver si la persona continúa con signos vitales, sino, continuará dándole cada vez mas fuerte, es muy lamentable, pero jamás vi alguien tan feroz ocupando un cargo de esa naturaleza, ni lo imaginé que llegara a existir, destroza toda teoría económica existente”
Rafael Piña Pérez es Economista, Profesor Titular emérito de LUZ, ex presidente de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia.