Una noticia sacudió al Barcelona y todo el mundo del fútbol. Hace algunos días salieron a la luz los detalles del contrato que firmó Lionel Messi con el Barcelona en el 2017 y que finaliza a mediados de este año. El mismo le da la posibilidad al argentino de percibir hasta 555.237.619 euros brutos durante cuatro temporadas en caso de cumplir todos los objetivos.
Ante este escenario, el futbolista querellará a los cinco dirigentes que estaban al tanto sobre este vínculo: el por entonces presidente Josep Maria Bartomeu; el ex vicepresidente deportivo, Jordi Mestre; el actual director general, Òscar Grau; el presidente de la junta gestora del club y entonces presidente de la comisión económica, Carles Tusquets, y el jefe de los servicios jurídicos del club, Romano Gómez Ponti.
Una de las personas que salió en defensa de La Pulga fue Luis Suárez, quien fuera su fiel compañero durante su estadía en el club catalán y ahora es una de las grandes figuras del Atlético Madrid, actual líder de La Liga.
Pese a la distancia, el vínculo entre el Pistolero y el rosarino sigue muy fuerte: “Esta tarde he hablado con él, estaba muy contento por la victoria por Copa del Rey. Está a un nivel espectacular, es el mejor del mundo”. Además, ante la consulta sobre su futuro, recalcó: “Messi se retirará donde él quiera, él podrá decidir ya sea en el Barcelona, en Argentina o donde sea”.
Suárez, además, aprovechó la ocasión para aclarar que ni él ni la Pulga tenían injerencia en las decisiones que tomaba la dirigencia azulgrana: “Messi y yo no tomábamos decisiones en el Barça. Claro que echo de menos a Messi, estábamos muy juntos y se extraña charlar con él”.
“Yo perfectamente podía haberme quedado en el Barcelona, pero creía en mis condiciones, puedo terminar jugando, pero a la mínima que le vaya mal al equipo y Suárez sea titular, a quién van a atacar, a Suárez. Necesitaba un cambio por orgullo propio y por demostrar lo que valgo”, añadió sobre el tema.