Llenar una bombona en los llamados puntos exprés de la estatal Pdvsa Gas cuesta un dólar o su equivalente en bolívares, un monto impagable para la mayoría si se toma en cuenta que el ingreso mínimo de un trabajador es de poco más de un dólar al mes.
Dos, tres y hasta seis meses pueden durar comunidades varguenses sin servicio de gas. Las alternativas para paliar la escasez son cada vez menos, y pasan por adquirir cilindros «bachaqueados», amanecer en llenaderos exprés pertenecientes al gobierno regional, y cocinar a leña.
Pese a los intentos del régimen de Nicolás Maduro y sus funcionarios de maquillar el colapso de los servicios públicos, la debacle se palpa con mayor agudeza con el pasar de los días.
El presidente de Pdvsa Gas en la entidad, Jesús Soublette, ha reciclado la tesis del supuesto bloqueo y las sanciones con la que el gobierno se lava las manos al hablar de la crisis país, y afirma que esas son las razones por las que la distribución del servicio a través de los consejos comunales se ha relantizado.
«Hemos paliado la situación y tratado de dar respuesta precisa a las comunidades. Aunque se mantiene la crisis, Pdvsa Gas La Guaira es una de las mejores empresas que tiene el estado», dijo Soublette en entrevista reciente a una radio local.
El funcionario precisó que el consumo en la entidad es de unas 120.000 bombonas, por lo que para abastecer la demanda se necesitan unas 60 gandolas, al menos cuatro o cinco diarias. No obstante, el funcionario admite que esa cantidad jamás se alcanza: «Si nos llega una vemos cómo hacemos«.
Recarga en verdes
Mientras eso ocurre, a la ciudadanía le toca resolver cuando el gas tarda meses en llegar. Jazmín Hernández vive en Playa Grande, Catia la Mar, y cuenta que el servicio de gas llega a su sector cada tres o cuatro meses. Cuando se le acaban las bombonas debe ir a un llenadero exprés desde las 3:00 de la mañana, aunque eso no asegura que pueda adquirir el gas.
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