En Puerto Ordaz la escasez general de medicinas para el cierre de 2020 fue de 74,7%, lo que representa un aumento de 8% de escasez de fármacos en comparación con diciembre de 2019. Las medicinas más escasas son las necesarias para tratar la depresión, las infecciones respiratorias y las convulsiones.
Por Laura Clisánchez / correodelcaroni.com
Esto de acuerdo con el último informe de disponibilidad de medicamentos, realizado por la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) junto a Convite. En ocho de cada 10 farmacias de Puerto Ordaz no había antibióticos para tratar infecciones respiratorias agudas (IRA’s), anticonvulsionantes, ni antidepresivos. En siete de ellas no había medicina para tratar la diabetes.
Las organizaciones sostienen que Puerto Ordaz ha sido, de forma reiterada, una de las zonas peor abastecidas de medicinas para tratar seis causas de morbilidad principalmente: convulsiones, IRA’s, depresión, diabetes e hipertensión arterial. Ninguno de los tratamientos monitoreados tiene una disposición superior al 50%.
Los medicamentos para tratar infecciones respiratorias agudas en tiempos de COVID-19 son los más escasos, tanto que el porcentaje se posiciona en 88%.
Se buscan antidepresivos debajo de la tierra
Los medicamentos para la depresión son de los más escasos en Ciudad Guayana, para diciembre de 2020, última actualización del monitoreo, estaban 87% escasos.
Lo que pone en riesgo la salud mental de los pacientes, en tiempos de alta incidencia de alteraciones emocionales como el estrés, la ansiedad y los ataques de pánico durante la alarma sanitaria por la COVID-19, que no solo afectan a la ciudadanía en general, sino que impactan desproporcionadamente a quienes ya padecen depresión diagnosticada como patología base, y que no tienen cómo acceder al tratamiento.
Las medicinas para tratar convulsiones, además de costosas, están 86% escasas. Las convulsiones prolongadas generan daños irreparables en el sistema nervioso.
Las medicinas de la diabetes, aunque están un poco más disponibles, tienen un índice de escasez de 78%. Estos fármacos han desaparecido de forma acelerada. Hasta mayo de 2020 había una escasez de 50%, pero a finales de año el panorama cambió.
Organizaciones como Laboratorios Farma advierten que el control de los niveles de glucosa en sangre de los pacientes diabéticos es crítico durante la pandemia por COVID-19, pues una glucosa mal controlada conduce al deterioro de células y tejidos, especialmente los del sistema inmunológico que defienden al cuerpo de las infecciones.
No tener tratamiento disponible disminuye la muralla de defensa de los pacientes con diabetes, lo que los hace vulnerables al contagio por enfermedades como la COVID-19, y a desarrollar complicaciones.
Los pacientes con hipertensión arterial tienen más probabilidades de conseguir medicinas de acuerdo con este monitoreo, aunque su disposición no supera el 50%.
A falta de fármacos, hierbas
La escasez de medicinas viene atropellando la zona de Puerto Ordaz -y Ciudad Guayana en general- progresivamente desde hace cuatro años. Cada vez más personas apelan a la medicina tradicional para combatir sus enfermedades o las de sus hijos con el riesgo de intoxicarse o de empeorar su evolución clínica.
Sábila, fregosa, planta de acetaminofén, raíz de onoto, pasote y otras hierbas de la medicina tradicional o de uso folclórico llenan los estantes de las familias. La variable de los precios incosteables de la canasta básica de medicinas esenciales no es la única barrera que restringe su acceso, sino también la caída en picada de su disposición en las farmacias.