Un agricultor de Arkansas de 79 años, recibió una sentencia suspendida de un año después de ser captado por una cámara mientras arrojaba cadáveres de animales ensangrentados sobre la tumba de su vecino vestido con una peluca de mujer, un abrigo y gafas de sol.
Por DailyMail
Traducción libre de lapatilla.com
Joseph Stroud se declaró culpable de colocar repetidamente animales muertos en la lápida de Fred McKinney en el cementerio de Pea Ridge, Bentonville.
Inicialmente asumieron que los animales acababan de morir por envenenamiento después de comer flores falsas dejadas en el cementerio. Cuando los animales muertos continuaron apareciendo, la familia de McKinney instaló una cámara de vigilancia para capturar al perpetrador en el acto.
La cámara capturó a Stroud vestido con una chaqueta de mujer blanca y verde azulado, gafas de sol oscuras y una peluca de mujer gris con un animal muerto en la mano y luego dejándolo en la tumba antes de caminar de regreso a su Dodge Journey gris, según la declaración jurada.
Cuando fue a la tumba de su abuelo, encontró una zarigüeya muerta y ocho zarigüeyas bebé vivas dentro de uno de los floreros.
La policía encontró una toalla de baño con manchas de sangre en el asiento trasero de su Dodge Journey gris.
Los fiscales también estaban buscando presentar cargos de crueldad animal contra Stroud por las zarigüeyas bebé, pero no tenían pruebas suficientes.
Stroud fue arrestado por primera vez en agosto cuando una cámara de vigilancia lo vio entrando a escondidas en el cementerio con una peluca gris, gafas de sol oscuras y una chaqueta cortavientos verde azulado y blanca para mujer y dejando animales, incluidas zarigüeyas muertas, en la tumba.
McKinney vivió en una granja vecina a Stroud hasta su muerte a los 94 años en agosto de 2015 y, según la nieta de McKinney, los dos hombres “nunca se llevaron bien”.
Stroud, a quien se le diagnosticó demencia vascular, confesó que dejó los cadáveres de los animales en la tumba como tributo porque McKinney “disfrutaba con los animales”.
Inicialmente, el hombre de 79 años fue acusado de un delito grave de desfigurar objetos de respeto público, pero aceptó el cargo menor en un acuerdo de culpabilidad.
Se le impuso una sentencia suspendida de un año y se le ordenó pagar 2.529 dólares a la familia de la víctima en un plazo de 30 días. También se le ordenó que entregara su licencia de conducir debido a su diagnóstico de demencia.
Stroud confesó haber dejado los animales muertos en la tumba de McKinney entre el 31 de mayo y el 31 de julio de 2020 y que dejó los animales en nombre de su antiguo vecino porque pensó que había más “belleza” en los cadáveres que en “flores y esas cosas”.
“Lo hice en su nombre para mostrarle que los animales todavía estaban aquí y todo eso”, le dijo al juez de circuito del condado de Benton, Robin Green, según Arkansas Online .
Stroud también afirmó que se disfrazó mientras dejaba que los animales “para molestar a la gente que me miraba y me seguía. Lo hice para molestarlos porque mi auto estaba allí y mi placa de licencia estaba allí, y sabían que era yo”, dijo a la corte.
La abogada de Stroud, Alison Lee, argumentó que tiene demencia y está buscando tratamiento de seguimiento con profesionales médicos. “Stroud entendió que lo que había hecho estaba mal y quería compensar a la familia de la víctima para que pudieran reemplazar la lápida”.
Los fiscales afirmaron que Stroud había causado alrededor de 2.500 dólares en daños a la lápida porque la sangre de uno de los animales la había manchado permanentemente, “Tendrán que reemplazar la lápida por la sangre y las tripas. Está manchado permanentemente”, comentó el fiscal adjunto Tyler Hawkins.
Hawkins dijo que la familia de McKinney estaba de acuerdo con la fiscalía y que el juicio de Stroud podría haberse visto afectado por su diagnóstico de demencia.
La esposa de Stroud también está enterrada en el mismo cementerio. El juez dictaminó que solo puede visitar su tumba si está acompañado por uno de sus familiares.
La saga se desarrolló el año pasado cuando la nieta de McKinney, Shannon Nobles, comenzó a encontrar animales muertos en su tumba en mayo.