El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió el viernes sanciones contra los responsables del golpe de Estado militar en Birmania para que la población no siga sufriendo.
Nada Al Nashif, adjunta a la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, indicó durante una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos consagrada a Birmania, que la ONU “sigue de cerca la situación de más de 350 responsables políticos, representantes del Estado, activistas y miembros de la sociedad civil como periodistas, monjes y estudiantes, que están detenidos”.
“El mundo entero mira”, dijo la responsable, dirigiéndose a las autoridades militares y considerando “inaceptable” el uso de la fuerza contra los manifestantes.
Al Nashif lamentó también “las medidas draconianas tomadas para impedir las reuniones pacíficas y limitar la libertad de expresión”, así como el despliegue policial y militar en las calles.
La responsable también pidió a la comunidad internacional que las sanciones que se tomen sean “selectivas”. “Los autores de este golpe son el objetivo apropiado de estas medidas”, dijo.
“Es muy importante que no se cause ningún perjuicio a las personas más vulnerables del país y que la lucha contra la pandemia pueda seguir adelante, así como la ayuda humanitaria en las zonas de conflicto”, insistió.
Tras los debates en el Consejo, los países se pronunciarán sobre un proyecto de resolución, propuesto por la Unión Europea y Londres, condenando el golpe del 1 de febrero y pidiendo la liberación de la exjefa de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi, y el retorno de un gobierno civil.
El proyecto de resolución también pide al relator especial de la ONU sobre la situación humanitaria en Birmania que evalúe la situación en el terreno, algo poco probable porque Birmania, que coopera poco con Naciones Unidas, no parece muy dispuesta a aceptar su visita.
“Pedimos a la autoridades militares que concedan al Alto Comisionado y al relator especial (…) un acceso ilimitado e inmediato” a Birmania, pidió Nada al-Nashif.
Algunos diplomáticos confían en que esta resolución se adopte por consenso, pero nada es seguro ya que Rusia y China son apoyos tradicionales del ejército birmano.
AFP