La explosión helada en gran parte de Estados Unidos inyectó más confusión y frustración en la campaña nacional de vacunación COVID-19 el miércoles justo cuando se estaba acelerando, lo que provocó la cancelación de innumerables vacunas en todo el país.
Por AP
En una gran franja del país, incluidos los estados del sur profundo como Georgia y Alabama, el clima nevado y resbaladizo provocó el cierre de los sitios de vacunación o retrasó los envíos necesarios, y se espera que las demoras continúen durante días.
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio dijo que las dosis previstas para esta semana se retrasaron por el clima en otras partes del país, lo que obligó a la ciudad a retrasar la realización de 30.000 a 35.000 citas de vacunación.
Un experto en salud pública dijo que las demoras eran inaceptables.
“Hacer que los centros de vacunas tomen los días de nieve simplemente respaldará las cosas más de lo que ya están”, dijo el Dr. Amesh Adalja, investigador principal del Johns Hopkins Center for Health Security. “El virus no toma días de nieve”.
Adalja dijo que las personas a cargo de los esfuerzos de vacunación deben encontrar formas de ser más resistentes al clima, “al igual que los carteros pueden entregar el correo a través del aguanieve o la nieve”. Sugirió que las clínicas utilicen mejores planes de contingencia. El objetivo, dijo, debe ser “una línea de ensamblaje continua de vacunas que llegue a los brazos de las personas”.
En Washington, el coordinador de COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo: “La gente está trabajando tan duro como puede, dada la importancia de llevar las vacunas a los estados y a los proveedores, pero hay un impacto en las entregas”.
Agregó que en lugares donde los sitios de vacunación están cerrados, como Texas, el gobierno está alentando a los sitios a aumentar sus horas una vez que estén abiertos.
“Queremos asegurarnos de que, dado que hemos perdido algo de tiempo en algunos estados para que la gente reciba agujas en las armas, nuestros socios hagan todo lo posible para recuperar ese terreno perdido”, dijo.
Estados Unidos está vacunando a un promedio de 1,7 millones de estadounidenses por día contra COVID-19, frente a menos de 1 millón hace un mes. Nuevas cifras de la Casa Blanca muestran un aumento constante en el ritmo de las vacunas durante el primer mes en el cargo del presidente Joe Biden.
Gran parte del aumento, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, proviene de personas que reciben su segunda dosis. El ritmo de las vacunas de primera dosis ha sido en gran parte constante durante las últimas semanas, rondando un promedio de 900,000 inyecciones por día.
Biden está en camino de superar su objetivo de 100 millones de tiros en sus primeros 100 días en el cargo, aunque el ritmo debe acelerarse aún más para cumplir con sus planes de vacunar a casi todos los adultos para fines del verano.
La Casa Blanca también dijo que el gobierno aumentará el análisis genético de muestras de coronavirus de todo el país para obtener información sobre dónde se pueden estar propagando mutaciones más infecciosas y potencialmente más mortales.
Ante los frustrantes retrasos, algunas personas mostraron una notable persistencia. Fran Goldman, de 90 años, de Seattle, le dijo a The Seattle Times que caminó 6 millas de ida y vuelta en la nieve para vacunarse.
Goldman dijo que después de mucho esfuerzo, finalmente había asegurado un lugar para el domingo por la mañana, pero el viernes y el sábado se movió una fuerte tormenta que llenó las calles de ventisqueros.
Goldman se vistió con pantalones de lana y se puso unas cuantas capas de abrigo sobre una camisa de manga corta para que la enfermera pudiera llegar a su brazo fácilmente.
“No fue fácil. Fue un desafío ”, dijo. Llegó a su cita con solo cinco minutos de retraso.
En otros desarrollos, Pensilvania enfrenta una escasez temporal de segundas inyecciones de la vacuna Moderna después de que los proveedores las usaron inadvertidamente como primeras dosis. Es posible que más de 100,000 personas tengan que reprogramar sus citas.