Un bar israelí se transformó en un vacunatorio contra el COVID-19 este jueves por la noche, al ofrecer bebidas gratis para quienes recibieran las inyecciones en el propio local.
Por Infobae
Más del 43% de la población de 9 millones de personas que tiene Israel ya recibió al menos una dosis de la vacuna de Pfizer, según el Ministerio de Salud. Sin embargo, a los funcionarios les preocupa que la participación disminuya y frene los planes israelíes de comenzar a reabrir su economía.
Con muchos bares obligados a cerrar debido a la pandemia, el pub Jenia de Tel Aviv, en asociación con el municipio, abrió sus puertas a un tipo inusual de cliente: los nuevos vacunados, atraídos por la oferta de bebidas.
Las autoridades informaron que las bebidas no eran alcohólicas por precaución médica.
“Pensé que era una muy buena oportunidad para venir y ponerme la vacuna porque no tenía ni el tiempo ni la capacidad para ir a otros lugares”, dijo May Pérez, entre decenas de personas que acudieron para sus primeras inyecciones. La idea es que la modalidad se repita los próximos días.
En otro orden, un estudio del hospital israelí Sheba, difundido este viernes y publicado en la revista científica The Lancet, mostró que la primera dosis de la vacuna producida por Pfizer disminuyó en un 75% las infecciones de coronavirus al menos dos semanas después de su administración.
El estudio es uno de los primeros en el mundo que analiza la eficacia de la primera dosis de la vacuna de Pfizer, que fue medida en base a una muestra de poco más de 7.000 trabajadores del centro médico en el que se realizó.
Los resultados mostraron una baja eficacia de la primera dosis en las primeras dos semanas desde su administración pero una alta eficacia pasados los primeros 14 días.
Además de identificar una disminución del 75% en la cantidad de personas que contrajeron coronavirus, el estudio mostró también una reducción del 85% en la cantidad de personas que evidenciaron síntomas de COVID-19.
Según el estudio, estos datos permiten concluir que es posible demorar la administración de la segunda dosis en países con escasez de vacunas, de manera que más personas puedan ser inoculadas.
Sin embargo, sus autores enfatizaron en que es necesario realizar más pruebas, sobre todo enfocadas en la duración del efecto de una única dosis, antes de decidir si una política de una sola dosis es recomendable.
(Con información de Reuters y EFE)