La princesa Latifa, hija del emir de Dubái que supuestamente está como “rehén” en su país, ha pedido a la Policía británica que reabra el caso del secuestro de una hermana suya hace más de 20 años en Inglaterra, informa este jueves la BBC.
La cadena pública británica reveló hace días varios vídeos grabados por Latifa Al Maktoum, de 35 años, en los que denuncia que está detenida en una villa en su país, del que intentó escapar sin éxito en 2018, y también confesó temer por su vida.
Latifa escribió también una carta, que la BBC afirma haber visto, en la que pide a la Policía del condado de Cambridgeshire (Inglaterra) que vuelva a investigar el caso de la princesa Shamsa, capturada por órdenes de su padre hace más de veinte años.
Shamsa tenía 18 años cuando en el 2000 desapareció de Inglaterra, donde vivía, y ya no volvió a ser vista.
Según la emisora, en el año 2000 la princesa Shamsa había huido de la casa de su familia en el condado de Surrey, a las afueras de Londres, pero meses después fue capturada por personal del emir mientras estaba alojaba en un hotel de Cambridge.
Según el relato de Latifa contenido en la carta, su hermana fue llevada en helicóptero a Francia y desde allí trasladada en un avión privado a Dubái.
La misiva de Latifa, ya entregada a la Policía por unos amigos suyos, pide las autoridades británicas que reabran el caso porque podría ayudar a que su hermana recobre la libertad.
La misiva, según la BBC, fue escrita en el año 2019 mientras Latifa estaba retenida en una mansión en su país, pero fechada en 2018 para evitar que sus captores pudieran saber que ella tenía un contacto con sus amigos fuera de Dubái.
La Embajada de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en Londres aseguró la semana pasada Latifa está siendo “cuidada en casa”, donde tiene el “apoyo de su familia y de profesionales médicos”.
La hija de Mohammed bin Rashid Al Maktum, emir de Dubái, así como vicepresidente y primer ministro de Emiratos Árabes, describió en sus vídeos cómo “todas las ventanas de la villa están cerradas con rejas” y hay policías apostados tanto en el interior como en el exterior de la vivienda.
EFE