Una sueca de 31 años que se incorporó al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria fue condenada el lunes a tres años de cárcel por haberse llevado a su hijo con ella.
La joven, que llegó a Siria a través de Turquía en el verano de 2014, fue condenada por “trato arbitrario hacia un niño”, en referencia a su hijo, de dos años en aquella época, según el veredicto, al que tuvo acceso la AFP.
Después de que las fuerzas kurdas la arrestaran a principios de 2018, y tras una larga detención en campos de prisioneros, la acusada logró huir a Turquía en la primavera de 2020. Fue expulsada a Suecia en noviembre, con su hijo y otros dos niños fruto de un matrimonio con un combatiente del grupo EI.
El tribunal de Lund (sur) consideró que la acusada no podía ignorar en aquel momento que estaba entrando en una zona de guerra controlada por la organización yihadista, que acababa de autoproclamar un califato en los territorios que controlaba en Siria e Irak.
Separada del padre del niño, parte civil en el caso, la joven pudo viajar afirmando que se iba de vacaciones a Turquía.
Según dijo su abogado a la agencia sueca TT, la condenada recurrirá.
Unos 300 suecos o residentes (una cuarta parte de los cuales, mujeres) se enrolaron con los yihadistas del grupo EI entre 2013 y 2014, sobre todo, según los servicios de inteligencia.
“Alrededor de la mitad, unos 150, regresaron”, dijo Magnus Ranstorp, experto sueco en yihadismo de la Escuela Superior de Defensa.
AFP