Un juez colombiano ordenó la detención domiciliaria de dos policías acusados de la muerte de Anderson Arboleda, un joven negro que falleció al parecer por golpes en la cabeza propinados por los uniformados en mayo de 2020 en el convulso departamento del Cauca (suroeste), informó este martes la Fiscalía General.
Según la Fiscalía, el 19 de mayo los patrulleros Leonardo Ardila Hernández y Rafael Francisco Polanco Arrieta “llegaron al barrio Santa Elena (en el municipio de Puerto Tejada) e increparon al joven porque, al parecer, incumplía el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el covid-19”.
Después, uno de ellos “lo habría golpeado con el bastón o tonfa en la cabeza y el brazo izquierdo; mientras que el otro, supuestamente, le lanzó una sustancia que sería gas pimienta”.
Esos hechos, según la investigación, habrían causado la muerte de Arboleda, de 19 años, quien falleció dos días después en una clínica de Cali, capital del vecino departamento del Valle del Cauca, por un trauma craneoencefálico severo.
“Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos imputó a los dos patrulleros los delitos de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, en concurso heterogéneo con homicidio agravado”, explicó la Fiscalía.
Los policías no aceptaron los cargos y un juez de control de garantías de Puerto Tejada ordenó en su contra la detención domiciliaria.
GOLPES POR NINGÚN MOTIVO
Claudia Arboleda, madre del joven fallecido, denunció entonces que el 19 de mayo su hijo estaba llegando a casa cerca de las 11.30 de la noche y se encontró con dos policías que iban en una moto, uno de los cuales le dio “tres bolillazos” que luego le causaron “muerte cerebral”.
Ella llevó a su hijo a la estación policial para presentar una queja formal ante el comandante, que calificó como una mentira el relato del joven, aún consciente, porque según dijo, sus subalternos “eran muy decentes”.
Arboleda comenzó a sufrir dolores de cabeza y su madre lo llevó al hospital del pueblo, desde donde fue trasladado a la Clínica Valle del Lili de Cali porque ya tenía muerte cerebral y allí falleció.
“En ningún momento fue grosero con los policías”, manifestó la mujer y añadió que su hijo no tenía ningún antecedente judicial y era un “trabajador independiente”.
La muerte de Arboleda indignó al país que comparó su caso con el homicidio, por esas mismas fechas, de George Floyd en Estados Unidos.
EFE.