España se quedará por segundo año consecutivo debido a la covid-19 sin una de sus fiestas más conocidas, la Tomatina, un evento que reúne anualmente a miles de personas de distintos países en una batalla campal con tomates, en la localidad de Buñol (Valencia, este).
Su ayuntamiento anunció este jueves la suspensión de este evento, en el que las calles de esa población se convierten el último miércoles de agosto de cada año, desde hace 76, en el escenario de una batalla en la que se usan tomates maduros como proyectiles.
Sin embargo, el consistorio informó de que prepara, como ya hizo en la anterior edición, novedades digitales para “mantener vivo el espíritu de la batalla pacífica más internacional”.
En 2020, los organizadores celebraron esta fiesta de interés internacional a través de un reto virtual o “challenge” consistente en recrear la Tomatina en casa.
“Las nuevas tecnologías, más presentes que nunca en la sociedad, permiten a través de multitud de herramientas no solo conectar a las personas que anhelan la celebración de la Tomatina sino que además se vuelcan en conservar los valores de una fiesta que es aglutinadora, tolerante y alegre”, destaca el Ayuntamiento de Buñol en un comunicado.
Además de los vecinos de Buñol y su comarca, esta celebración solía reunir a turistas procedentes de Japón, Corea, Bélgica, Australia, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia o Alemania, entre otros países.
La Tomatina fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002. Antes de la pandemia del coronavirus, solo se había suspendido en una ocasión, en 1956, por motivos políticos. EFE