Las delegaciones mundiales presentes en la exposición del nuevo informe sobre la crisis en Venezuela llevada a cabo por la alta comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet, manifestaron su preocupación ante los crímenes de lesa humanidad, las violaciones a los derechos humanos, y los constantes asaltos a la democracia cometidos por el régimen de Nicolás Maduro.
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La información suministrada por la también ex presidenta de Chile no dejó nada por fuera sobre la precaria situación que se vive en el país caribeño.
Durante su discurso, Bachelet aseguró que continúa recibiendo denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales en el contexto de operaciones de seguridad, además de documentó temas delicados del día a día venezolano como el casi inexistente poder adquisitivo, el limitado acceso a los servicios públicos, y la persecución de la dictadura chavista a medios de comunicación, periodistas, ONG’s, líderes sindicales, trabajadores de la salud y diputados de la legítima Asamblea Nacional.
La delegación de Perú manifestó tras la exposición, que el estado de los DDHH en Venezuela tiene como resultado “la segunda crisis más grande de migración y refugiados del mundo“.
“Denunciamos los ataques, cada vez mayores, a los espacios cívicos y democráticos que exhibe el deterioro continuo del Estado de derecho y la falta de independencia del sistema judicial, esto acompañado de la criminalización y del acoso sistemático a organizaciones humanitarias y los ataques a los agentes políticos y defensores de derechos, humanos, periodistas y trabajadores de medios de comunicación“, aseveró el delegado de la nación inca.
Por su parte, Brasil rechazó el intento de Maduro de controlar la Asamblea Nacional, el único órgano independiente que queda en pie. “Desde ese momento se han agudizado los ataques contra periodistas y organizaciones de derechos humanos“, expresó.
En el mismo orden de ideas, Ecuador condenó las detenciones arbitrarias de periodistas, abogados, trabajadores de la salud y opositores políticos, así como los continuos y crecientes ataques e intimidaciones contra las organizaciones humanitarias, la sociedad civil y las violaciones a la libertad de opinión y de expresión.
También rechazaron el uso de “la ley contra el odio” para perseguir a los defensores de derechos humanos.
La Unión Europea, alarmada por la persecución de Maduro a la oposición
La Unión Europea mostró su evidente preocupación sobre la presión, persecución y criminalización del régimen hacia la oposición, asimismo, por la implementación de políticas que impiden el trabajo de medios de comunicación, sindicatos y organizaciones humanitarias que siguen vigentes.
“Lamentamos profundamente que las elecciones de diciembre 2020 fueran oportunidad perdida para la democracia, la Unión Europea expresa su apoyo al trabajo de su oficina en Venezuela pero consideramos insuficientes las medidas implementadas por el régimen“, apostilló el representante.
El organismo rector del viejo continente pidió a Maduro que garantice el cumplimiento de los derechos de las víctimas, el acceso tanto a la justicia como el acceso pleno, y sin obstáculos, a los datos especiales sobre detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales.
Bachelet evidenció los crecientes signos de reducción del espacio cívico en Venezuela.
La alta comisionada reveló que desde Septiembre de 2020, su oficina ha documentado al menos 66 casos de intimidación, acoso, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición, incluidos los miembros electos de la Asamblea Nacional de 2015 y sus familiares.
La representación de Japón mostró su apoyo al trabajo de supervisión de la ACNUDH en el terreno.
“Le hacemos un llamado a Venezuela para que permita el libre desplazamiento de los oficiales de la misión a través del país y a invitar a otras mecanismos especiales.Esperamos que todos los venezolanos puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos en un futuro”, acotó.
Por otro lado, la delegación nipona expresó sus dudas sobre la legitimidad del fraude lectoral cometido por la dictadura el pasado 6 de diciembre de 2020. “Expresamos nuestra preocupación al respecto”.
“Creemos que es necesarios que se lleven a cabo esfuerzos pacíficos y constructivos para restaurar la democracia por medio de elecciones libres y justas“.
Michelle Bachelet apostilló que la asistencia humanitaria en Venezuela es aún más esencial. “Me preocupan las recientes iniciativas para imponer restricciones indebidas a la capacidad de actuación de las ONGs, incluida la congelación de activos. Pido que se reanuden los proyectos suspendidos”, señaló.