El Gobierno del presidente Joe Biden ha habilitado el Centro de Convenciones de Dallas (Texas) para acoger a 2,300 menores inmigrantes detenidos por las autoridades del país cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera desde México, informó este sábado la cadena de televisión CNN.
Por el momento, se espera la llegada en breve de 1,200 niños y adolescentes bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), después del ingreso de 200 menores el miércoles.
El Centro de Convenciones de Dallas es uno de los mayores del país y ha sido adaptado para esta nueva función con vistas a aliviar la situación en las instalaciones en la CBP en la frontera, que están desbordadas.
Según CNN, que cita una circular enviada a organizaciones locales por Catholic Charities Dallas, que está implicada en esta iniciativa, en ese lugar hay juguetes y libros para los menores, donde las autoridades pretenden que no pasen más de cinco días mientras se tramitan sus casos.
La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) ha aportado 3,000 catres, 6,000 mantas y 36,000 litros de agua.
El sitio cuenta con una zona para dormir y aseo, así como servicios médicos y de lavandería.
Unos 14,000 niños migrantes permanecen bajo custodia de agencias del Gobierno de EEUU
Más de 14,000 inmigrantes menores de edad que atravesaron la frontera desde México solos permanecen bajo custodia de agencias del Gobierno de EEUU, admitieron el jueves funcionarios de la Administración de Biden.
En una llamada telefónica con periodistas, esas fuentes indicaron que 9,562 niños y adolescentes permanecen bajo el cuidado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) y otros 4,500 están custodiados por CBP, que tiene a su cargo la Patrulla Fronteriza.
La llegada a EEUU de menores inmigrantes se ha convertido en una prueba de fuego para el Ejecutivo de Biden y está copando parte del debate político en el país.
Funcionarios del Gobierno han afirmado, citando cifras oficiales, que hasta febrero se ha detenido en el presente año fiscal, iniciado en octubre de 2020, a unos 29.000 menores no acompañados en la frontera.