«Justicia por Karina» es la consigna que se escucha en las calles de Santa Juana, en la región del Bío Bío, Chile, después de que una joven de 25 años se suicidara tras una presunta violación.
Por abc.es
Karina Cuevas acudió a una fiesta en el camping Nahuelbuta el dos de enero de 2021, como celebración del Año Nuevo. Este no era un ambiente desconocido, la educadora infantil fue unos con amigos, y habría sido uno de ellos quien abusó de ella.
Según la hermana de la joven, María Cristina Cuevas, la mujer se despidió de ella mediante un papel que encontró en su medita, en el que decía: «Nanita perdóname», junto con indicaciones que le pedían sacar el dinero de su cuenta bancaria y donde además le indicaba el pin de su móvil.
En dicho dispositivo se encontrarían las pruebas que la familia presentó ante Fiscalía, junto con una denuncia por el caso de Karina, quien tenía planes de seguir especializándose en su carrera y seguir viajando. Según cuenta su familiar a BioBioChile, «le encantaba su profesión, trabajar con niños».
La supuesta violación se produjo en la fiesta de Nochevieja. «Mi hermana se había ido a acostar no en buenas condiciones, pero tampoco borracha o inconsciente como para no saber lo que había sucedido», contó la hermana de la fallecida. Por su parte, el joven no habría bebido tanto, pues llegó más tarde al evento.
«En la mañana del día siguiente, del domingo, Karina sale de su tienda desesperada, llorando atacada, que se quería ir que ya no podía aguantar más en ese lugar y que había sido abusada por el amigo», detalló su hermana.
La mujer llamó a otro amigo para que la fuera a buscar y la trasladara de vuelta a casa. Sobre esto, él señaló a Mega Noticias que nunca había visto a su amiga así de nerviosa y agregó que «no se nos pasó en ningún momento en la cabeza que podía pasar algo así».
Karina fue hospitalizada el martes cinco de enero tras consumir una cantidad indeterminada de medicamentos, lo que le produjo un daño hepático. Finalmente falleció el 20 del mismo mes.
Fue la hermana quien realizó la denuncia después de leer una conversación que sostuvo Karina con el involucrado el día siguiente a la fiesta.
«Ella le reclamaba que por qué le había hecho eso, si ella lo consideraba su amigo, que ella nunca pensó que le podía hacer daño, y que ahora ella se sentía mal, le dolía todo su cuerpo», detalló la familiar. Él dice como pidiéndole disculpas, ‘pensé que tú querías’”, sentenció Cuevas.
En Chile, este caso trae a la memoria el de Antonia Barra, quien también se suicidó en octubre del 2019 tras haber sido agredida sexualmente. Una joven de 21 años de edad quien se suicidó después de acusar a Martín Pradenas de haberla violado, y quien actualmente está detenido.
La ley Antonia busca tipificar la incitación del suicidio como consecuencia de delitos sexuales, y la semana pasada fue aprobada de forma unánime en la Cámara de Diputados. La diputada y presidenta de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género, Maite Orsini, comentó que actualmente «las mujeres no tenemos incentivos para denunciar delitos sexuales, por el estigma que la sociedad impone a las víctimas».