Los ministros de Exteriores de la OTAN reafirmaron este martes su compromiso con la defensa colectiva y la relación transatlántica entre Europa y Norteamérica, tras el cambio de tono sobre la Alianza que ha supuesto la llegada al poder en Estados Unidos del presidente Joe Biden.
“La asociación transatlántica permanece como la piedra angular de nuestra defensa colectiva, central para nuestra cohesión política, y un pilar esencial del orden internacional basado en normas”, afirmaron los titulares de Exteriores aliados en una declaración aprobada durante la reunión que celebran hoy y mañana en Bruselas de manera presencial.
Se trata del primer encuentro físico de ministros de la OTAN desde el inicio de la pandemia y también la primera cita en la que participa el nuevo secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien a su llegada no dudó en destacar el “firme compromiso” de su país con la Alianza.
Blinken insistió en que se ha desplazado a la capital belga porque Estados Unidos quiere “reconstruir” sus asociaciones, “primero y ante todo, con nuestros aliados de la OTAN”.
Esas palabras llegan tras cuatro años de críticas y desprecios durante la presidencia de Donald Trump, si bien en la práctica el republicano no realizó tantos cambios en la política tradicional de Washington con respecto a la OTAN.
En la declaración conjunta de los ministros aliados, se subraya que su cita en Bruselas pretende “reafirmar el duradero vínculo transatlántico entre Europa y Norteamérica, con la OTAN en su centro”.
“La OTAN es el fundamento de nuestra defensa colectiva: juntos reafirmamos nuestro compromiso solemne con el Tratado de Washington, incluido que un ataque contra un aliado se considerará un ataque contra todos nosotros, como se consagra en el artículo 5”, recalca el texto.
Añade que se están realizando “buenos progresos” para lograr un reparto más justo de la carga, en referencia a la inversión en Defensa de Europa y Canadá.
“Damos la bienvenida a los esfuerzos realizados por todos los aliados en Europa y América del Norte que contribuyen a nuestra seguridad indivisible. Debemos y haremos más”, constata el escrito.
Indica que la cumbre de líderes de la OTAN que se celebrará este año en Bruselas “abrirá un nuevo capítulo en las relaciones transatlánticas y establecerá la dirección para el futuro de nuestra Alianza hasta 2030 y más allá”.
De hecho, los ministros hoy debatieron las iniciativas puestas sobre la mesa en el marco del proceso de reflexión OTAN 2030, con el que se pretende actualizar la organización y asegurar que sigue siendo capaz de responder a los desafíos actuales.
Entre las iniciativas planteadas, figuran incrementar la financiación común de la OTAN para actividades de defensa y disuasión, reforzar la dimensión política de la Alianza o abordar el impacto sobre la seguridad del cambio climático.
El secretario general, Jens Stoltenberg, consideró que la OTAN puede tener un papel de liderazgo en el ámbito climático y contribuir al objetivo de la neutralidad en las emisiones contaminantes.
“Hoy, los ministros dieron los primeros pasos al acordar un informe que incrementará nuestra capacidad de entender, adaptar y mitigar el impacto sobre la seguridad del cambio climático”, indicó.
SIN ACUERDO SOBRE AFGANISTÁN
Los ministros también debatieron el futuro de la misión aliada para asesorar, apoyar y formar a las fuerzas de seguridad en Afganistán, a poco más de un mes de la fecha límite del 1 de mayo pactada entre Washington y los talibanes el año pasado para la retirada de las tropas extranjeras.
Sin embargo, como se esperaba, la Alianza no alcanzó un acuerdo sobre si abandona o permanece en el país asiático.
“Hoy no tomamos una decisión final sobre nuestra posición de las fuerzas, pero estamos determinados a tomar todas las medidas necesarias para mantener nuestras tropas seguras. Seguiremos consultando muy de cerca en los próximos días y semanas, y seguimos decidiendo y actuando juntos, como aliados”, constató Stoltenberg.
El político nórdico argumentó que no se tomó una decisión final porque la retirada o permanencia de la OTAN depende de la evolución del proceso de paz entre el Gobierno afgano y los insurgentes.
El acuerdo firmado en febrero de 2020 entre Estados Unidos y los talibanes establecía que las tropas internacionales abandonarían Afganistán en mayo de 2021 si los insurgentes cumplían una serie de compromisos, como cortar los lazos con grupos terroristas, reducir la violencia e implicarse en negociaciones de paz con el Gobierno afgano.
Sin embargo, Washington ya anunció en enero que revisaría el acuerdo para garantizar que los talibanes están cumpliendo sus compromisos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el pasado miércoles en una entrevista con la cadena ABC que el repliegue acordado por su antecesor, Donald Trump, podría posponerse.
La fecha límite del primero de mayo “podría cumplirse, pero es duro” conseguirlo, dijo Biden.
EFE.