El sistema hospitalario francés podría enfrentarse a una “crisis violenta sin precedentes” dentro de unas tres semanas si el país no consigue frenar el vertiginoso aumento de los casos de COVID-19, declaró el martes el presidente de la federación francesa de hospitales.
“La epidemia se acelera y las cifras se disparan”, declaró a LCI TV Frédéric Valletoux, que dirige el grupo de hospitales y es también alcalde de Fontainebleau, al sur de París.
El epidemiólogo y asesor científico del Gobierno francés, Arnaud Fontanet, coincidió con esta advertencia y declaró el martes a BFM TV que podrían ser necesarias más restricciones si las medidas actuales no consiguen frenar la propagación del virus.
La semana pasada, Francia impuso un confinamiento de un mes en París y partes del norte del país, después de que el titubeante despliegue de la vacuna y la propagación de variantes de coronavirus altamente contagiosas obligaran al presidente Emmanuel Macron a cambiar de rumbo.
Los datos oficiales del lunes mostraron que el recuento de nuevos casos de COVID-19 en Francia se había acelerado, y que el número de personas en unidades de cuidados intensivos alcanzaba un nuevo máximo de cuatro meses.
Francia notificó el lunes 15.792 nuevos casos de coronavirus, más del doble de los 6.471 notificados el lunes pasado y la cifra más alta en un lunes desde el pico de la segunda ola a principios de noviembre.
En Francia también se registraron 343 nuevas muertes, lo que eleva el recuento oficial de víctimas mortales a 92.621, la octava cifra más alta de muertes por COVID-19 en el mundo. Reuters