El nieto mayor de la reina de Inglaterra, Peter Phillips, ha tenido que dar explicaciones a las autoridades policiales después de realizar un viaje de 740 kilómetros hasta Escocia para encontrarse con una mujer. El hijo de la princesa Ana vive en Gatcombe Park, la residencia oficial de su madre, en Gloucestershire, pero el sábado 27 de marzo llegó al pueblo de St Cyrus, en el condado Aberdeenshire, ante la sorpresa de muchos vecinos.
Por Infobae
Los lugareños, furiosos por la presencia del nieto de la reina Isabe II en una zona que mantiene sus fronteras cerradas a causa de la pandemia, no dudaron en llamar a la policía después de percatarse de que éste se encontraba en la casa de una amiga de su hermana, Zara. Se trata de una mujer madre de dos hijos y divorciada que estuvo invitada a la boda de Zara con el jugador británico de rugby Mike Tindall en el año 2011.
Una fuente local ha hablado para el periódico británico The Sun: “Parece un error que haya viajado aquí desde Inglaterra, sean cuales sean las circunstancias. Escocia está cerrada y si viajas hasta aquí tienes que estar en cuarentena durante diez días”.
“Alrededor de las 18:40 del viernes 26 de marzo de 2021, la policía recibió un informe de una posible violación de las regulaciones del coronavirus en una propiedad en St Cyrus. Los agentes se hicieron presentes en la residencia, hablaron con los ocupantes y no encontraron infracciones de la legislación”, dijo un portavoz de la Policía de Escocia sobre el hecho.
Escocia está bloqueada y los viajes solo se permiten con “fines esenciales”. Al parecer, Peter comentó a los agentes que el viaje se había realizado por motivos laborales para su compañía XL Medical, que proporciona pruebas rápidas de detección del COVID-19.
Phillips aprovechó el año pasado la coyuntura sanitaria para cofundar dicha compañía, establecida para explotar los caminos comerciales que ofrece el coronavirus.
La policía le dijo a The Sun que no se infringió las reglas de bloqueo por coronavirus.
Peter, de 43 años, ha disfrutado de una vida decididamente más discreta que sus primos, el príncipe William y el príncipe Harry, que comenzó con la decisión de su madre, la princesa Anna, de no darle a él y a su hermana menor Zara, de 39 años, un título real. Significa que a Peter y Zara se les otorgó un nivel de libertad que no tienen otros miembros titulados de la familia real como William y Harry, y, en menor medida, a la princesa Beatriz y Eugenia.
Phillips sorprendió el año pasado al protagonizar anuncios de leche en la televisión china. Tanto Peter como su hermana no tienen compromisos con la Corona ni subvenciones de la misma, pero sí empleos propios, lo que permite que participen en este tipo de negocios.
Peter anunció el final de su matrimonio con su esposa, la canadiense Autumn Kelly, en febrero del año pasado tras 12 años de matrimonio, pero ambos han estado viviendo juntos en Gatcombe Park por el bien de sus hijas Savannah, de diez, e Isla, de ocho.
Al parecer, la ex pareja le contó a Isabel II meses antes, mientras disfrutaba de sus vacaciones en Balmoral, que tenían intención de separarse. La reina fue una de las primeras personas a las que quisieron hacer partícipe de la situación. La separación se dio a conocer en medio del escándalo de Andrés de York y la partida de los duques de Sussex.
Peter Phillips es primogénito de los dos hijos que tuvo la princesa Ana con el capitán Mark Phillips. La hija de Isabel decidió que no tengan obligaciones con la familia real. Tanto él como su hermana, Zara Phillips, llevan una vida relativamente normal, no tienen títulos reales ni son tratados de Altezas Reales, no reciben dinero de los contribuyentes y no participan de actividades de la Corona británica. Tienen la vida que hoy disfrutan Meghan y Harry.