El Consejo de Seguridad de la ONU manifestó este jueves en una declaración unánime que “condena enérgicamente” las muertes de centenares de civiles en Birmania, en un texto edulcorado por China y emitido tras una dura negociación de dos días.
“Miembros del Consejo de Seguridad expresaron profunda preocupación por la situación que se deteriora rápidamente y condenan enérgicamente el uso de violencia contra manifestantes pacíficos y las muertes de centenares de civiles, incluidos mujeres y niños”, dice la declaración promovida inicialmente por el Reino Unido.
En versiones anteriores del texto obtenidas por la AFP, los países occidentales habían incluido una mención a que el Consejo de Seguridad estaba “listo para considerar nuevas etapas”, en una vaga alusión a la posibilidad de sanciones internacionales contra los militares en el poder.
Pero según diplomáticos, China, opuesta a cualquier imposición de sanciones, bloqueó varios intentos anteriores de aprobar un texto debido -entre otras cosas- a esa mención que no figura en la declaración aprobada.
Rusia, según los mismos diplomáticos, también bloqueó varias veces el texto porque pedía una condena a la muerte de miembros de las fuerzas del orden en las manifestaciones, que no obtuvo explícitamente.
Tras el golpe de Estado del 1 de febrero, el Consejo de Seguridad ha mostrado su unidad en forma de declaraciones en tres ocasiones, incluida la del jueves. Pero Pekín, primer apoyo de Birmania y que no ha reconocido la existencia de un golpe militar, ha disminuido cada vez el alcance de los textos acordados.
Y las tomas de posición del consejo no han tenido de momento efecto en los militares.
El miércoles, la emisaria de la ONU Christine Schraner Burgener instó al Consejo de Seguridad a utilizar “todos los medios” para evitar una “catástrofe” y un “baño de sangre” en Birmania, ante lo que consideró un riesgo “sin precedentes” de “guerra civil”.
AFP