El diputado de la legítima Asamblea Nacional, Ismael García, denunció este viernes que muertos por COVID-19 son enterrados indignamente en fosas comunes que construyeron en el cementerio de El Junquito, administrado por la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas.
Alertó que los entierros se dan de forma masiva, clandestina y engañando a los familiares a quienes les entregan una caja con supuestas cenizas para que no reclamen los cadáveres. “En cada fosa, que están hechas para dos, arrojan hasta 15 cuerpos envueltos en bolsas. Cuando manden a investigar y las manden a abrir, se van a conseguir con ese holocausto del siglo 21”, expresó el parlamentario.
García precisó que, en el espacio de dimensiones reducidas, hay al menos 1.100 personas enterradas de manera informal sin que los familiares sepan. “Lo terrible es la mentira del régimen y lo viles que son porque estos entierros masivos se han dado en muchos países, pero de manera digna, con responsabilidad hacia las familias y con los protocolos adecuados, incluso realizan incineración masiva”, detalló el parlamentario.
El diputado sostuvo que, de continuar la situación, se podría provocar otra pandemia, puesto que los olores que proliferan son “impresionantes” y muchos habitantes de El Junquito se han visto en la obligación de irse de la zona. “Toda esa zona corre un altísimo riesgo de contaminación, incluso quienes participan en los entierros masivos. En ese momento lo más importante es la salud del pueblo, por eso hago un llamado a las ONG de DDHH y a los organismos internacionales para que verifiquen las condiciones en el lugar”.
Venezuela atraviesa una crisis sin precedentes que se ha agravado con la llegada de la pandemia por el coronavirus. Los hospitales, e incluso las clínicas, están saturados y no se dan abasto para atender a los miles de pacientes que se han contagiado por el virus. A este convulsionado panorama se le suma la denuncia del diputado García, quien no descarta existan más espacios como el de El Junquito.
Nota de prensa