El país despertó aquel 2 de febrero de 1984 sumido en una crisis profunda. Asumía el mandato presidencial el médico pediatra Jaima Lusinchi (AD). Durante la última década los venezolanos fueron testigos de la llamada fiebre «saudita» de grandes exportaciones, abultados presupuestos y viajes de derroches, pero la realidad para el nuevo gobierno sería otra, que a juzgar por los primeros meses de aquel año, el país estaba sobre una bomba de tiempo al que se sumaban los bajos ingresos petroleros y una bien crecida deuda externa, obligando al Ejecutivo nacional a ejercer ajustes e imponer un modelo económico que implicaría control de cambios, entre otros.
El periodista José Rivas Rivas, en su Historia contada por la Prensa, apunta que el 22 de diciembre de 1983, el diario El Nacional publicó en su primera página que “Venezuela volvió al sistema de control de cambios. El gobierno de Betancourt para salir del «túnel de la recesión», hubo de acordarlo como remedio heroico en una encrucijada que alternaba la fuga de divisas con la contracción de los precios petroleros”.
Semanas antes del «viernes negro», el presidente Luis Herrera, aseguró que no habría devaluación calificando en su discurso a los adecos de «devaluacionistas» y «profetas del desastre», pero el escenario inmediatamente posterior fue todo lo contrario, cuando el 18 de febrero de 1983, anunció al país el fin de la libre convertibilidad del bolívar a 4.30, lo que significó su devaluación en un 30%.
El último año de Herrera transcurrió así, las primeras semanas decembrinas del año 83, entre 12,60 y 13 bolívares por dólar, en la primera semana de mayo entre 9 y 10 y en la más tenebrosa de todas – una cualquiera de agosto- entre 17 y 18, representando para el país un caos económico sin precedentes.
Lista filtrada por los medios
Venezuela supo por El Diario de Caracas, el 11 de enero de 1984, los nombres del gabinete presidencial a través de una lista filtrada por el CEN de Acción Democrática. Solo faltando por designar los despachos de Justicia, Trabajo, Cultura y FIV, ofrecidos a Edilberto Moreno, Simón Antonio Paván, Ignacio Iribarren Borges y Carlos Rafael Silva, respectivamente.
El propio Lusinchi tuvo que ofrecer una conferencia de prensa para aclarar la filtración del documento y ratificar los nombres de su tren ejecutivo, haciendo un inciso para anunciar que: Reinaldo Leandro Mora, será presidente del Congreso y Humberto Celli, vicepresidente de la Cámara de Diputados.
Relaciones Interiores, Octavio Lepage; Relaciones Exteriores, Isidro Morales Paúl; Hacienda, Manuel Azpúrua Arreaza; Defensa, General Humberto Alcalde Álvarez; Fomento, Héctor Hurtado; Educación, Ruth Lerner de Almea; Sanidad y Asistencia Social, Luis Manuel Manzanilla Sáez; Agricultura y Cría, Felipe Gómez Álvarez; Transporte y Comunicaciones, Juan Pedro del Moral; Energía y Minas, Arturo Hernández Grisanti; del Ambiente los Recursos Naturales, Orlando Castejón; Desarrollo Urbano, Rafael Martín Guédez; Información y Turismo, Armando Durán; Juventud, Milena Sardi de Selle; Secretaría de la Presidencia, Simón Alberto Consalvi; Cordiplan, Luis Raúl Matos Azócar; para la Ciencia, Luis Manuel Carbonell; gobernador del Distrito Federal, Carmelo Lauría.
RECADI, foco de corrupción
El diario EL IMPULSO de Barquisimeto, destacó en su primera plana del 11 de enero de 1984, “Fraude en RECADI es de 180 millones”. La PTJ se encargaría de las nuevas investigaciones del caso, en donde ya estarían apresados 3 funcionarios de la Oficina de Régimen de Cambio Diferencial, Recadi; 10 exfuncionarios y 7 intermediarios en las negociaciones con dólares a 4,30. La operación se realizó en 30 allanamientos realizados en el CCCT, Parque Central y en el Centro Comercial El Marqués.
Escandalosa deuda pública
En El Universal del 3 de febrero de 1984, se leyó: “El gobierno nacional adeuda 70.000 millones a los empresarios, la banca, el agropecuario, el comercio, la industria y la construcción.
El Nacional, informó el 7 de febrero, la destitución del presidente del Banco Central de Venezuela: “El Presidente Jaime Lusinchi firmó anoche un decreto para remover de su cargo a Leopoldo Díaz Bruzual como presidente del Banco Central de Venezuela y designó en su lugar a Benito Raúl Losada”.
El Universal, del 8 de febrero, destacó en sus titulares: “El doctor Leopoldo Díaz Bruzual denunció ayer que su destitución como presidente del BCV es el resultado de las presiones que sobre el Gobierno ejercieron los intereses económicos a los que él se ha opuesto y que todo el mundo conoce”.
Y el mismo medio de comunicación, plasmó en su portada del 9 de febrero que Lusinchi redujo a su mínima expresión la directiva de PDVSA. El acto de juramentación se desarrolló la noche del 8, en Miraflores. El nuevo equipo que dirigirá la industria petrolera está presidido por Brígido Natera y el acto determina la remoción de Humberto Calderón Berti, quien protestó enérgicamente la medida.
Por su parte, Brígido Natera, una vez evaluado el informe de entrega de PDVSA, expresó en conferencia de prensa: “Recibo una industria petrolera en estado de buena salud y sin complicaciones financieras”. (El Universal 11 de febrero de 1984).
Nuevos precios de la gasolina
Los principales medios de comunicación impresos del país publicaron en su primera página del 25 de febrero de 1984, el anuncio del jefe del Ejecutivo Nacional, precisando que la gasolina aumentaría su valor.
El Nacional desplegó a seis columnas que el precio de la gasolina aumentará a 0,80 bolívares por litro la de bajo octanaje y a 1,20 la de alto octanaje. La de bajo octanaje aumenta en 166,66 por ciento y la de alta en 20 por ciento, medida que entraría en vigor el 17 de marzo de ese mismo año (1984), con financiamiento por parte de PDVSA, a todas las gasolineras del país.
Por otra parte, este rotativo, con fecha 13 de abril informó que dirigentes políticos de la oposición calificaron de «inútil e innecesario» el proyecto de Ley que otorga al presidente facultades especiales para adoptar medidas económicas y legislar con carácter extraordinario para enfrentar la crisis financiera. Sólo los parlamentarios de AD y URD estaban contestes con el proyecto.
Escasez de alimentos
El Nacional reveló el 2 de junio de 1984, la grave crisis de escasez como la leche en polvo y algunos de sus derivados. “La leche en polvo y la pasteurizada siguen prácticamente desaparecidas en los expendios de alimentos pese a que la importación no se ha detenido, ya que las distintas plantas han redoblado la producción”.
Por su parte, los ganaderos llamaron a la «sinceración de los costos y los precios», algo que fue negado de plano por el gobierno. “Esta semana se dijo que el litro de la pasteurizada podría subir entre 4,50 y 5,50 y la lata de polvo de un kilo entre 35 y 41 bolívares”. Un equipo reporteril de El Nacional investigó que el pote de leche en Colombia se vende a 70 y 90 bolívares y el litro de la pasteurizada en el Caribe vale 8 bolívares, por tal razón el desabastecimiento.
Contrabando de Oro
El 17 de junio de 1984, El Nacional daba la exclusiva al país que unos 400 millones de dólares en oro salían anualmente de Venezuela para ser comerciados en el mercado internacional por empresas trasnacionales, al mismo tiempo que alarmantemente la Guardia Nacional admitió ante el Congreso que no hay un efectivo control sobre esa importante fuga de divisas.
Esta crónica inmortalizada por la prensa nos obliga escudriñar el pasado y contrastarlo con la actual realidad, en donde además podemos inferir, de dónde proviene todo el horror de este terrorífico presente sin final. Hay quienes profesan que la historia es cíclica.
Fuente: Historia Gráfica de Venezuela: una historia contada por la prensa. Gobierno de Jaime Lusinchi 1984-1989. Tomo XVI Compilación de José Rivas Rivas. Centro Editor C.A., Caracas 2015
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