La Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames), Amnistía Internacional y la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) colocaron este miércoles paños de cruz en el vallado del Ministerio de Salud para recordar a los más de 4.500 muertos que ha dejado la pandemia en el país desde marzo de 2020.
La entrada del Ministerio quedó así cubierta de lazos blancos con los nombres de los fallecidos y pancartas de protesta donde las organizaciones recordaron al Estado, en este Día Mundial de la Salud, la necesidad y la urgencia por asegurar una salud pública gratuita y de calidad.
Con esta costumbre de origen guaraní, Alames, Amnistía Internacional y Codehupy pretendía expresar “un duelo social” y manifestar “el reconocimiento y el pedido de protección a partir de la memoria de la vida de las personas después de su fallecimiento”, como dijo a Efe la coordinadora de Alames, Mariluz Martín.
Martín señaló que, de esta forma, también buscaban visibilizar el trabajo de los profesionales de blanco que “han trabajado en condiciones muy precarias y están trabajando en condiciones muy precarias, con mucho cansancio”.
“Primero reconocimos a los trabajadores de la salud que han perdido la vida en esta pandemia y que creemos que podría haberse evitado, sobre todo si hubieran tenido desde el principio las medidas de bioseguridad que necesitaban, también los insumos y medicamentos”, comentó.
Las cifras oficiales del Ministerio de Salud hasta la fecha elevan el número de fallecidos por coronavirus a 4.522, aunque la coordinadora de Alames no descarta que esta cifra sea mayor si se tienen en cuenta a las personas que “no están accediendo al sistema de salud”.
COLAPSO DEL SISTEMA SANITARIO
Al principio de la pandemia, el Gobierno paraguayo decretó una cuarentena total y estricta y logró la aprobación de un préstamo de 1.600 millones de dólares para reforzar y preparar su deficitario sistema sanitario para el impacto de la pandemia.
Sin embargo, un año después, el sistema de salud paraguayo, tanto público como privado, se encuentra colapsado y sin camas disponibles para los pacientes.
Esa situación ha generado un malestar entre la población que también quedó patente en las pancartas colocadas junto a los paños de cruz en el Ministerio.
“Les dimos un año para prepararse”, “Que la salud nunca más sea un privilegio” o “Nuestra vida no es un negocio” eran algunas de las proclamas que podían leerse frente a la sede de la cartera sanitaria.
Martín recalcó que la sociedad “legitimó” ese endeudamiento para “adecuar el sistema de salud a una situación de pandemia”, pero un año después no han visto su utilidad.
“Las familias se están endeudando. Hay familias que están vendiendo sus autos, sus casas, para poder pagar la internación de sus familiares en terapia intensiva. Actualmente estamos en un colapso sanitario sin precedentes”, agregó.
Desde Alames, Codehupy y Amnistía Internacional Paraguay, piden al Estado que asuma su papel como garante del derecho a la vida y a la salud y ejerza el liderazgo que le corresponde.
También exigen la formación de un comité de crisis en el que estén representados los tres poderes del Estado bajo la rectoría del Ministerio de Salud y que se evite la especulación con los precios de los medicamentos.
Paraguay ha confirmado desde marzo de 2020 hasta la fecha 224.736 casos positivos de coronavirus, con 4.522 fallecidos y 185.131 recuperados.
También hay ya 45.758 vacunados, en una campaña de vacunación que avanza con cierto retraso debido a la dificultad del país para conseguir vacunas.
EFE