Los residentes de la isla de San Vicente, en el este del Caribe, se despertaron el sábado con el rugido procedente del volcán La Soufriere, que entró en erupción de forma espectacular un día antes, mientras que una fina capa de ceniza cubría tejados, automóviles y carreteras.
Tras décadas de inactividad, el volcán entró en erupción el viernes arrojando, nubes oscuras de ceniza a unos 10 kilómetros de altura y provocando la evacuación de algunos residentes que viven cerca.
Un testigo de Reuters en la capital, Kingstown, dijo que el volcán seguía expulsando nubes de ceniza y retumbando el sábado por la mañana, mientras videos de la isla mostraban un paisaje fantasmal, con calles vacías y cielos neblinosos.
San Vicente y las Granadinas, que tiene una población de poco más de 100.000 habitantes, no ha experimentado actividad volcánica desde 1979, cuando una erupción generó daños por unos 100 millones de dólares. Una erupción de La Soufriere en 1902 mató a más de 1.000 personas. El nombre significa “salida de azufre” en francés.
La Organización Nacional de Gestión de Emergencias de San Vicente emitió un comunicado a las 10.00 hora local (1500 GMT) en el que dijo que “la emisión de vapor/humo” del volcán aumentó en las últimas horas, advirtiendo a los que viven cerca que estén preparados para “evacuar con poca anticipación”.
Con anterioridad, la agencia indicó en su página de Facebook que “fuertes aromas de azufre impregnan el aire” e instó a los residentes a tener cuidado.
El primer ministro, Ralph Gonsalves, quien ordenó la evacuación de los residentes cercanos al lugar de la erupción, recorrió el sábado los refugios, que han impuesto límites a la cantidad de evacuados que pueden albergar debido a los protocolos por el COVID-19.
Las autoridades dicen que están esperando las evaluaciones de los científicos antes de anunciar qué medidas toman.
Reuters