La planta de Natanz se quedó sin energía un día después de que, en violación de los acuerdos internacionales, el régimen persa inaugurara nuevas centrifugadoras. Hay versiones de sabotaje o de ciberataque.
Por infobae.com
La instalación nuclear subterránea iraní de Natanz se quedó sin energía este domingo, pocas horas después de poner en marcha nuevas centrifugadoras avanzadas capaces de enriquecer uranio más rápidamente, en un incidente descrito por un legislador iraní como un probable “sabotaje” y por funcionarios de inteligencia occidentales no identificados como un posible ciberataque.
El portavoz del programa nuclear, Behrouz Kamalvandi, declaró a la televisión estatal iraní que se había cortado el suministro eléctrico en toda la instalación compuesta por talleres en la superficie y salas de enriquecimiento subterráneas. “Todavía no sabemos la razón de este corte de electricidad y tenemos que investigar más a fondo”, dijo Kamalvandi. “Afortunadamente, no hubo víctimas ni daños y no hay ninguna contaminación o problema en particular”, agregó.
El suceso, del que Kamalvandí no ofreció detalles, se registró en una zona de la red de distribución eléctrica de Natanz, donde el 2 de julio de 2020 hubo una explosión en una sala de montaje de centrifugadoras avanzadas. Consultado por el corresponsal de la televisión estatal si se trataba de un “defecto técnico o un sabotaje”, Kamalvandi declinó hacer comentarios.
Más tarde, la Organización Iraní de la Energía Atómica publicó un comunicado en el que .denunciaba que la planta de enriquecimiento de uranio fue blanco de un acto de “terrorismo antinuclear”. “La República Islámica de Irán, al tiempo que condena esta acción inútil, subraya la necesidad de que la comunidad internacional y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) hagan frente a este terrorismo antinuclear”, declaró el jefe de la entidad iraní, Ali Akbar Saléhi, en un comunicado difundido por la televisión estatal.
Malek Shariati Niasar, un legislador con sede en Teherán que actúa como portavoz de la comisión de energía del Parlamento iraní, escribió en Twitter que el incidente era “fuertemente sospechoso de ser un sabotaje o una infiltración”.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica, con sede en Viena, que supervisa el programa de Irán, dijo que estaba “al tanto de los informes de los medios de comunicación”, pero declinó hacer comentarios.
Mientras los funcionarios iraníes investigaban el apagón, muchos medios de comunicación israelíes informaron que pudo tratarse de un ciberataque y que el incidente podría haber dañado una instalación que alberga centrifugadoras sensibles. Los informes citaron fuentes de inteligencia occidentales.
El régimen de Irán continúa incumpliendo todos sus compromisos internacionales y ayer desde la misma planta donde se produjo el incidente hoy se anunció la entrada en funcionamiento de nuevos conjuntos de modernas centrifugadoras para enriquecer más rápidamente el uranio cuyo uso está prohibido por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear firmado en 2015.
El presidente Hasan Rohani inauguró oficialmente un conjunto de 164 centrifugadoras de tipo IR-6 y de 30 IR-5, instaladas en el complejo de Natanz, en el centro de Irán, en una ceremonia de videoconferencia retransmitida por la televisión estatal.
La noticia del incidente coincidió con la llegada a Israel del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una visita para mantener conversaciones con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz. Estados Unidos, el principal socio de Israel en materia de seguridad, está tratando de reincorporarse al acuerdo atómico de 2015 destinado a limitar el programa de Teherán para que no pueda conseguir un arma nuclear.
Natanz se construyó en gran parte bajo tierra para resistir los ataques aéreos del enemigo. Se convirtió en un punto clave de los temores occidentales sobre el programa nuclear iraní en 2002, cuando las fotos de satélite mostraron que Irán estaba construyendo su instalación de centrifugadoras subterráneas en el sitio, a unos 200 kilómetros al sur de la capital, Teherán.
El complejo nuclear es uno de los sitios que está siendo monitoreado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en virtud del acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y seis grandes potencias.
Para salvar este acuerdo y lograr el regreso al mismo de Estados Unidos, que se retiró en 2018, e Irán, que comenzó a incumplir sus compromisos en 2019, se han celebrado reuniones en Viena estos últimos días, que continuarán la próxima semana.