Las fuerzas proiraníes subieron un peldaño en sus hostilidades contra las tropas estadounidenses o turcas presentes en Irak y el miércoles por la noche efectuaron un ataque con un dron, una práctica habitual en otros países de Oriente Medio.
Un dron, “cargado con TNT”, según las autoridades kurdas, impactó contra la base de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos en el aeropuerto de Erbil, en el norte de Irak, mientras que un misil mató a un soldado turco a unos 50 kilómetros de esa zona.
“Un dron suicida es especialmente útil para este tipo de ataques, ya que permite evitar los cordones de artillería y las baterías de defensa aérea como las C-RAM”, sistemas que los estadounidenses instalaron para proteger a sus tropas tanto en Erbil como en Bagdad, explica a ala AFP Hamdi Malik, del Washington Institute.
Las milicias proiraníes quieren acabar con cualquier otra presencia extranjera en Irak y los ataques con misiles contra bases estadounidense resultan frecuentes.
Sin embargo, el recurso a un dron con explosivos refleja “una escalada y la voluntad de los proiraníes que quieren diversificar sus armas”, defiende el experto.
– “Conflicto abierto” –
“La última vez que hubo un ataque en Erbil creímos que era una advertencia y que eso se terminaría ahí. Pero este nuevo ataque demuestra que estamos ante un conflicto abierto”, afirma el politólogo iraquí Ihssan al Shemmari.
Hace justo dos meses, un ataque con misiles provocó la muerte de un contratista estadounidense y de un civil iraquí en Erbil, y en esos mismos días otra facción proiraní “aseguró haber atacado una base turca, un ataque que nunca fue confirmado”, recuerda Malik.
De hecho, en el ataque de este miércoles un grupúsculo religioso se atribuyó la autoría en Telegram, aunque según los expertos se trata de un método de distracción de fuerzas proiraníes que siguen organizando ataques fuera del marco de Hashd al Shaabi, la coalición paramilitar iraquí formada por milicias chiitas e integrada al Estado.
Resulta, sin embargo, difícil de establecer la autoría del ataque con dron, aunque recientemente uno de los dirigentes de Hashd amenazó a los soldados turcos presentes en la zona de Kurdistán, en el norte de Irak, desde hace unos 25 años.
– Un tipo de ataque habitual en Yemen –
Aunque se trata del primer ataque con dron de los proiraníes, este tipo de acciones con robots cargados de explosivos suelen ser habituales en Oriente Medio, por ejemplo en la guerra en Yemen.
“Los proiraníes en Irak disponen de drones con una envergadura de 4,5 metros, los CAS-40 de fabricación iraní que los hutíes ya utilizaron contra Arabia Saudita”, explica a la AFP un oficial de rango del ejército estadounidense.
Las milicias proiraníes disponen de “drones que pueden disparar misiles, volar hasta una altitud de 1.200 kilómetros o incluso 1.500 si se les añade un depósito de queroseno”, advierte.
Durante las últimas semanas de Donald Trump en la Casa Blanca, las principales facciones proiraníes discreparon sobre la necesidad de apostar o no por una escalada contra las tropas estadounidenses a la espera de que Joe Biden tomara el poder en Washington.
Casi tres meses después de la investidura del presidente demócrata, el ataque del miércoles por la noche se produce en un momento de nuevas tensiones entre Teherán y Washington.
Tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en un ataque con un dron estadounidense en Bagdad, los diputados iraquíes, la mayoría de ellos chiitas, pidieron una expulsión de las tropas estadounidense y turcas que se disputan con el Hashd el control de Irak.
AFP