Comenzó el Congreso del Partido Comunista que podría marcar fin de la era de los Castro en Cuba

Comenzó el Congreso del Partido Comunista que podría marcar fin de la era de los Castro en Cuba

Raúl Castro llega al Palacio de las Convenciones donde se realiza el VIII Congreso del Partido Comunista. PCC CUBA

 

Los líderes del Partido Comunista en Cuba iniciaron este viernes un evento de cuatro días en el que se espera que Raúl Castro se retire de la política, mientras el régimen que su hermano inició hace más de seis décadas se enfrenta a una aplastante crisis económica y a crecientes tensiones sociales.

Por Adriana Brasileiro y Mario J. Pentón/El Nuevo Herald





Los delegados se reunieron cerca de las nueve de la mañana en el Palacio de Convenciones de La Habana para una ceremonia inaugural antes de iniciar los debates sobre la economía de estilo soviético de Cuba y las reformas adoptadas en el congreso del partido de 2011 que aún no se han aplicado en su totalidad.

En un breve video difundido por los medios oficiales cubanos se puede ver a Raúl Castro entrando en el plenario entre los aplausos de los delegados y acompañado por nieto y guardaespaldas Raúl Guillermo Rodríguez y el gobernante Miguel Díaz-Canel.

La reunión se anuncia como un “Congreso de Continuidad” en el que habrá una “transición gradual y ordenada” de responsabilidades a las “nuevas generaciones”, según la invitación oficial. Castro declaró en la última reunión de hace cinco años que dejaría el cargo de primer secretario general en 2021. El máximo cargo del partido se considera un puesto más poderoso que el de presidente.

El cambio de guardia dejaría a Cuba sin un Castro al frente del gobierno por primera vez en más de seis décadas y podría completar una transición generacional que se ha estado gestando desde hace años para llevar voces más jóvenes al podio. Se espera que el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, de 60 años, asuma la jefatura del partido.

El partido está sometido a una presión cada vez mayor para que proponga soluciones que mejoren la vida en la isla, ya que los cubanos se sienten frustrados por tener que hacer filas de varias horas para conseguir productos cada vez más escasos. Pero pocos esperan un cambio importante, incluso con el traspaso del liderazgo.

“Quizás aborden la crisis, probablemente reconozcan algunos de los problemas, pero el congreso no es un espacio de discusión”, dijo Pedro Freyre, un abogado cubano-estadounidense que asesora a empresas que hacen negocios en la isla. “No esperen ningún tipo de debate significativo”.

La reunión se produce mientras Cuba lidia con una crisis económica cada vez más profunda, estimulada en parte por la pandemia del COVID-19, que ha paralizado el turismo, así como por las sanciones de la administración de Trump. Una dolorosa reforma monetaria a principios de este año ha alimentado la inflación, haciendo que algunos precios suban hasta un 500%. Mientras tanto, más cubanos tienen acceso a las redes sociales, donde abundan las quejas y una sociedad civil emergente comparte su mensaje y exige reformas.

Díaz-Canel –quien nació después de la revolución de 1959– es un habitual de YouTube y Twitter, en un intento de conectar con la población más joven y cada vez más conectada de la isla. Es un veterano tecnócrata gubernamental que ascendió en las filas del Partido Comunista. Desde que llegó a la presidencia en 2018, se ha aferrado al sistema unipartidista del país, al tiempo que ha tratado de introducir algunas reformas económicas modestas pero lentas.