Milicianos palestinos lanzaron hoy tres cohetes desde Gaza hacia Israel, siguiendo una escalada de tensión en Jerusalén y coincidiendo con una serie de protestas, tanto en la franja como en distintos puestos de control militares en accesos a Cisjordania ocupada.
“Tres cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza, uno de los cuales fue interceptado por el sistema de defensa antiáerea Cúpula de Hierro”, señaló el Ejército israelí en un comunicado, que detalló además que los dos restantes cayeron cerca de la valla de separación.
La intercepción se produjo en las inmediaciones del kibutz Kisufim, al sur de Israel, cercano al bloqueado enclave y cuyos residentes se vieron hoy sorprendidos por el sonido de las alarmas.
Estos lanzamientos llegan a una semana de los últimos disparos de cohetes desde Gaza hacia Israel y en el marco de una creciente tensión en la zona.
Tras los fuertes altercados registrados ayer en Jerusalén, que se produjeron tras una semana de creciente violencia y dejaron más de 120 heridos y 50 detenidos, grupos de palestinos se manifestaron hoy tanto en Gaza como en Cisjordania ocupada y nuevamente en la Ciudad Santa.
Durante la jornada de hoy múltiples grupos en Gaza se expresaron respecto a los incidentes de ayer en Jerusalén, incluyendo a la Yihad Islámica Palestina y al movimiento islamista Hamás, que controla de facto el enclave desde 2007.
“Los residentes palestinos de Jerusalén no sucumbirán a las amenazas de la ocupación israelí ni a sus políticas fascistas”, señaló hoy el líder de Hamás, Ismail Haniye, en un comunicado.
Además, apuntó que el movimiento “no dejará solo al pueblo palestino en la batalla contra la ocupación israelí”.
La violencia en Jerusalén comenzó hace 10 días, tras la prohibición por parte de la Policía israelí de aglomeraciones de gente en la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja durante el mes sagrado musulmán de Ramadán, algo que enfureció a la población palestina de Jerusalén Este, ocupado y anexionado por Israel y desencadenó una serie de enfrentamientos que alcanzaron anoche un punto de ebullición.
EFE