La tragedia se repite. Este 23 de abril, cuando se cumplen dos años de la desaparición del bote Jhonaily José, luego de zarpar desde Güiria, estado Sucre, se dio a conocer la zozobra de otra embarcación con 30 personas a bordo que tenían como destino Trinidad.
Los venezolanos desesperados siguen buscando la forma de escapar de la crisis y de la emergencia humanitaria que persiste en el país.
El portal crónica.uno, reseña que, de acuerdo con versiones extraoficiales, en la madrugada del jueves salió una embarcación desde Tucupita, estado Delta Amacuro, cargada con 30 pasajeros, la cual naufragó cerca de los límites con Güiria.
Igualmente, han pasado cuatro meses del naufragio de la embarcación Mi Recuerdo en el que fallecieron más de una veintena de venezolanos oriundos de Güiria, capital del municipio Valdez del estado Sucre.
Cuatro personas fueron rescatadas
Entre los pasajeros habían hombres, mujeres y niños, que zarparon desde la comunidad conocida como La Horqueta, en Tucupita capital del estado Delta Amacuro hacia la isla de Trinidad y Tobago, y se hundieron cerca de los límites con Güiria, destaca el portal.
A finales de la tarde de este viernes 23 de abril se conoció del rescate de cuatro personas, afirmó la web.
Familiares de las víctimas confirmaron esta tragedia en altamar y que sus parientes “salieron de madrugada aprovechando la calma de las aguas pero en medio de la travesía los sorprendió un fuerte oleaje que volteó el bote”.
Se conoció hasta el momento de la redacción de esta nota que cuatro personas han sido rescatadas por pescadores de la zona.
Entretanto, otro particular confirmó que su familiar, una mujer que viajó desde Trinidad a Tucupita en busca de sus dos hijos para, posteriormente, retornar a la isla, falleció en el naufragio.
Dos años del primer naufragio y sin respuesta oficial
El presbítero Jesús Villarroel, director de Cáritas Carúpano a través de un video en Twiiter expresó su preocupación porque han pasado dos años y todavía los familiares de las víctimas no han obtenido respuesta por parte de las autoridades gubernamentales.
El padre por otro lado dijo que en cambio Cáritas Carúpano en este tiempo se ha animado a mantener una presencia muy activa en la zona de Güiria, en el municipio Valdéz.
“Este primer naufragio nos motivó a solicitar una casa de paso con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), lo cual desde hace más de un año es una realidad, un refugio para inmigrantes; lo que se suma a todos los servicios que prestamos desde la Casa de la Caridad San Antonio, los módulos de atención en la parte de salud”, agregó.
El prelado finalmente reiteró su preocupación y llama la atención que a dos años de este naufragio y estas tragedias siguen sucediendo.