El régimen de Maduro resaltó el fallecimiento de Aristóbulo, pero los soldados muertos en Apure no tuvieron ni un homenaje

abril 29 2021, 9:54 am

 

 

El énfasis de los medios de comunicación y redes del Gobierno venezolano se colocó en la muerte de Aristóbulo Istúriz, dirigente que participó en varios partidos hasta ocupar varios cargos en el gobierno chavista.

Por infobaes.com

Si algo le resultó bien a Nicolás Maduro en su estrategia comunicacional para opacar el caso del asesinato de los militares en Apure a manos de las FARC, fue la muerte de Aristóbulo Istúriz, porque así no tiene que recurrir a reciclar la muerte de Eliécer Otaiza o de algunos héroes de la Independencia. El énfasis en los medios de comunicación y redes del Gobierno se colocó en la muerte de Aristóbulo Istúriz, un dirigente que participó en varios partidos, AD, MEP, Causa R hasta ocupar con el chavismo varios cargos, y al igual que muchos morir en el poder.

Es evidente la estrategia de propaganda del régimen venezolano para ocultar que la guerrilla colombiana, específicamente las FARC-Gentil Duarte, asesinaron a por lo menos nueve militares, aunque entregara 12 cuerpos, algunos irreconocibles por el estado de descomposición. Ayer la Armada mencionó el nombre de cuatro de los asesinados y el componente Ejército otros cuatro.

Los altos jerarcas del régimen se vistieron de negro, con impecables trajes formales, para asistir al Salón Elíptico de la Asamblea Nacional, para rendirle, honores y ascenso miliciano a Istúriz en Capilla Ardiente, según ordenó Nicolás Maduro.

 

 

En los cuarteles paralelamente hubo una acción distinta. Compañeros de los militares asesinados por la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), manifestaban su rabia ante lo sucedido por los soldados muertos y otros desaparecidos. La tía del SM3 Wilmer Garabito Ferrebús reconocía, ante el periodista Nathanael Sánchez, que la familia había sido burlada con la entrega del cadáver, que esperaban durante horas en el estado Zulia.

En Caracas el Ejército estaba haciendo un “homenaje” discreto, en un sitio con poca luz y sencillo protocolo, con los ataúdes de los cuatro militares del Ejército asesinados, mientras la Armada hacía uno similar con los otros cuatro soldados caídos en Apure.

Todo eso contrastaba con las rimbombantes honras fúnebres que le hicieron al dirigente del partido de Gobierno que murió en el marco de una operación en una clínica de Caracas. Se visibilizó la muerte de Istúriz y simultáneamente se buscó opacar la de los militares asesinados por la guerrilla en Apure.

 

 

Los muertos en Apure

23-24 abril de 2021: Cuatro de la Armada Bolivariana: TF. (ARB) Naiwil José Torres Moreno, S1 (ARB) Álvaro Rafael Mariño Ostos, S2 (ARB) Michael Miguel Medina Sequera y S1 (ARB) Luis David Lira Negrón. Y cuatro del Ejército: SM2 (EJB) Wilmer De Jesús Ferrobús Garabito, SM1 (EJB) Ronal José Marcano Castillo, SM2 (EJB) Andy José Miranda y SM1 (EJB) Santiago Del Jesús Reyes Farfán.

3-5 de abril de 2021: C2 Yoendri Enrique Piñero, del Grupo de Acciones de Comando de la GNB, 1Tte Julio Manuel Hinojosa Morgado, Teniente Coronel Raúl Quintero y Sargento Primero Breinner Alexander Granados Suarez.

31 de marzo de 2021: S2 Jesús Alexander Vásquez Pérez y S1 Andriel Istúriz Sojo.

22 marzo de 2021: Mayor Edward Ramón Cobo Segovia, de la plaza del 91 Batallón de Fuerzas Especiales; y el primer teniente Yonathan Duarte.

19 de septiembre de 2020: Sargento (Ej) Gabriel Alexander Pérez Silva, Sargento (Ej) Reiber David Chirino Reyes, 1Tte (Av) Augusto David Linares Delgado, Tte (Av) Miguel Ángel Mora García.

En total se conoce, hasta ahora, el nombre de 21 militares muertos por las acciones de la Fuerza Armada contra la guerrilla en el municipio Páez del estado Apure.

 

No menciona a las FARC

A kilómetros de Caracas, en el estado Barinas, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, asistía como orador de orden a la Sesión Especial Conjunta del Consejo Legislativo y del Concejo Municipal, para la recepción de la antorcha bicentenaria, portadora del fuego bolivariano y patriótico. Entre las cosas que dijo lo más rescatable es que pidió “un aplauso para nuestros héroes, para nuestros mártires, para los que fueron a entregar su vida en base a su juramento, allá en la frontera; para defender nuestra Patria, la que será de nuestros hijos y nietos, y de los hijos de nuestros nietos”.

Pidió elevar plegarias “por nuestros compañeros que, cumpliendo con el juramento de defender la Patria hasta su último aliento, han trascendido de este plano terrenal, en combate contra grupos irregulares colombianos en nuestra frontera”.

 

Sin mencionar cuántos militares fueron asesinados, cuántos están heridos y mucho menos que fue las FARC la autora del atroz hecho, Padrino visitó los lugares comunes en su discurso: “A pesar de enfrentarnos al imperio más genocida conocido en la humanidad y a pesar de sus aliados regionales, hemos mantenido de pie la República y volveremos a hacerlo”.

Dijo que “hoy, Venezuela, su pueblo y la FANB están tomando las armas para defender nuestro patrimonio y nuestra soberanía”, advirtiendo que “enfrentaremos con toda la fuerza moral y material a estos criminales de la frontera”, aunque lanzó la advertencia hacia Colombia ante “una agresión contra nuestra soberanía. Honor y gloria a nuestros mártires y héroes”.

 

 

Resulta por demás relevante cuando dijo: “Qué diferente sería la situación en nuestra frontera con Colombia, si en lugar de tener ellos campamentos paramilitares y narcotráfico, que no solamente amenazan a Venezuela sino a todo el continente, el estado colombiano respetara el derecho internacional y más aún, a su pueblo”.

El ministro no menciona a la guerrilla, que es la que precisamente ha asesinado o causado la muerte de esos militares venezolanos, nueve ahora, cuatro por manipulación de mortero, dos al ser atacado un vehículo blindado ruso, dos más al pisar una mina antipersonal, a los cuales hay que añadir los cuatro asesinados en septiembre 2020.

No identificó Padrino López a ninguno de los militares asesinados, pero sí hizo apología al ministro fallecido.