La gravedad de los hechos que se vienen presentando desde hace más de un mes en el estado Apure (Venezuela), generó este viernes el pronunciamiento de la representante de la Asamblea Nacional de Venezuela en Panamá, Fabiola Zavarce, quien lamenta la escalada que ha cobrado en los últimos días este conflicto.
“Lo que está sucediendo allí, no es más que consecuencia de la entrega de nuestro territorio por parte del régimen a factores irregulares colombianos, más específicamente de un sector de las FARC, a costa del sacrificio de nuestro campesinos, nuestros indígenas e inclusive con la descarada entrega de las vidas de soldados venezolanos”, destacó Zavarce.
Lo que pasa en Apure cuenta con todos los requisitos para ser considerado un “conflicto armado” según lo que establece el Derecho Internacional Humanitario, o una “guerra de guerrillas” o un “conflicto armado de mediana intensidad, según la clasificación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
“Un compendio de violaciones de DDHH es lo que tenemos lamentablemente en Apure, donde más de 6000 personas huyen de este horror, por sentir amenazada su integridad y sus vidas”, destaca la funcionaria del gobierno interino de Venezuela.
En un reciente informe de FUNDAREDES, se destaca la presencia de las siguientes irregularidades en Apure: Allanamientos ilegales; Desapariciones forzadas; Ejecuciones extrajudiciales; Detenciones arbitrarias; Torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; Desplazamiento de comunidades indígenas; Desplazamiento forzado; Minas antipersonales; Amenazas y hostigamientos a defensores de derechos humanos; Amenazas y hostigamientos a periodistas.
Sumado a este escenario dantesco, altos representantes de la FANB, como el ministro de la defensa del régimen, Vladimir Padrino López, echa la vista a un lado cuando se trata de velar por la vida y explicar la muerte de los soldados venezolanos que han sido enviados a Apure.
En este sentido, recientemente el presidente (e) Juan Guaidó, en rueda de prensa, responsabilizó a Nicolás Maduro del asesinato a mansalva de soldados venezolanos a manos de la guerrilla en días recientes, ratificando también la denuncia sobre el financiamiento y el amparo que el régimen da a una fracción disidente de las FARC que se pelea el control de la ruta del narcotráfico con otra facción de dicho grupo guerrillero.