¿Para qué sirve la vitamina D? Hoy les voy a hablar de una vitamina que es una vitamina estrella. La vitamina D, que se le han ido descubriendo en los últimos tiempos cada vez más propiedades. Algunos dicen que algunas de ellas, de estas propiedades, pueden ser excesivas, lo que se le atribuye. Otros que no, consideran que son justas.
El asunto es que la vitamina D, cuando yo era chico, la daban por los huesos, porque si uno no consumía suficiente cantidad de vitamina D era como si uno se ponía raquítico, que los huesos no estaban bien. Hoy se sabe que puede ser importante pero no es lo más esencial. Se ha encontrado que la vitamina D sirve para el sistema nervioso, para fortalecer las defensas, se ha puesto muy de moda con el tema de la inmunidad y con el tema de fortalecer el huésped, que una persona cuando tiene baja la vitamina D tiene más posibilidades de infectarse y menos defensas para manejar la enfermedad. Y cuando tiene una buena cantidad, no quiere decir que no se vaya a infectar, pero tiene muchas más defensas.
La vitamina D es buena, se ha encontrado que sirve para proteger de la hipertensión, para proteger el corazón, para proteger de enfermedades cardíacas. Algunos estudios dicen que las personas que tienen suficiente cantidad de vitamina D tienen menos propensión al infarto y hasta descansan mejor, que tienen más facilidad para moverse y que su sistema muscular tiene mucha más fuerza y con menor tendencia a los desgarros.
¿Dónde está la vitamina D? Está en el aceite de hígado de bacalao, que nos daban cuando éramos chicos, que era una cosa insoportable porque era realmente feo, hoy viene en cápsulas. Pero, viene en la leche enriquecida, en los pescados de mar, viene en el huevo y con cualquier otro alimento que esté enriquecido con vitamina D.
Pero el principal productor de vitamina D es la piel a través del sol. Si uno toma un poco de sol diariamente, o la mayor cantidad de los días de la semana, de 15 a 30 minutos con la cara y los brazos. Eso teóricamente alcanzaría, salvo que uno sea una persona mayor, ya que con los años la piel pierde la posibilidad de fabricar vitamina D. El papá de la vitamina D está acá en la piel y si uno toma sol tiene al hijito que es la vitamina D y ahí se distribuye por todo el cuerpo. Eso en las personas de edad va disminuyendo, también se absorbe menos si la persona se pone un protector solar fuerte, que son los que hacen bien para proteger del daño que pueda dar el sol, eso también puede disminuir la absorción de la vitamina D.
Usted va a escuchar dos mensajes que aparentemente están contrapuestos. Porque va a estar quien le diga ‘tené cuidado con el sol, por que si tomás mucho sol se te envejece la piel, te puede venir un melanoma’. Eso es cierto, el exceso de sol puede producir envejecimiento de la piel y puede aumentar el riesgo de tener alguna enfermedad maligna. Y hay otros que dicen ‘tenés que tomar un poco de sol, porque el sol es el que te da la vitamina D, porque la piel produce la vitamina D’. Eso es así, los antecesores, los papás de la vitamina D están en la piel.
Si uno toma sol, la piel produce vitamina D y ahí se distribuye por todo el cuerpo con efectos que son muy beneficiosos. Beneficia al sistema nervioso, beneficia a la circulación, estimula el sistema de defensa. Las personas que tienen vitamina D en buena cantidad en su cuerpo -se puede medir tranquilamente y mucha gente se la está midiendo- son personas que tienen más defensas contra el virus, contra el COVID-19, y si se enferman pueden manejar mejor la enfermedad. También la vitamina D aleja las enfermedades cardíacas, aleja la hipertensión, aleja la obesidad abdominal, ya que las personas que tienen suficiente cantidad de vitamina D tienen menos obesidad abdominal.
¿Cuánto sol hay que tomar? Unos 15 a 30 minutos, desde las 10 de la mañana hasta las 6/7 de la tarde, con la cara y con los brazos alcanza, no es necesario que esté todo el cuerpo expuesto. Esos 30 minutos que uno sale a la calle y lo expone, eso es suficiente. En invierno, la vitamina D baja, y en el sur de nuestro país también, porque los días son más cortos.
Si usted leyó algo de budismo, eso lo va a ayudar a entender cuál es la cantidad de sol que debe tomar. El budismo apuesta a lo que es la teoría del justo medio. No se puede tomar ni mucho sol ni hay que evitar totalmente el sol. Cualquiera de las dos cosas puede ser dañina para su cuerpo.
Una cosa a tener en cuenta es que después de los 60 años la piel ya no tiene la misma capacidad para producir vitamina D. Así que a la hora de decidir, usted recuerde que tiene dos piernas, tiene dos brazos, pero también tiene dos hemisferios cerebrales. Utilícelos, infórmese y tome la cantidad de sol recomendada. Cualquier duda lo puede conversar con su médico.
Le preguntaba a un compañero de trabajo si toma sol y me dijo que no. Le pregunté por qué no toma sol. Y me dijo ‘no sé, porque no lo tomo, porque nunca lo pensé, pero ahora que lo estoy escuchando a usted por ahí empiezo a tomar’. Bueno, espero que a usted le pase lo mismo, ojalá que me escuche y si no venía tomando sol, ojalá empiece a tomar aunque sea un poco de sol.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.