La directora del organismo sanitario, Carissa Etienne, considera que hay “flagrantes brechas” a la hora de poder acceder a los recursos de las vacunas contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe, sobretodo porque muchos de los países tienen una “dependencia excesiva” de las importaciones.
Por Antoni Belchi / vozdeamerica.com
Por ello, la máxima responsable de la OPS instó a las administraciones de la región a sumar esfuerzos para “ampliar la capacidad de fabricación de suministros médicos estratégicos, especialmente las vacunas” ya que, en su opinión, esto supone “una necesidad tanto para la población como para la seguridad sanitaria”.
La OPS, a través de un informe, confirmó que solo el 3 por ciento de la población de la región sur del continente americano ha completado su esquema de vacunación contra la pandemia. Estos datos ponen de manifiesto, según insistió Etienne, la necesidad de impulsar nuevos proyectos conjuntos en la región para dar una respuesta mucho más coordinada entre todos los países.
Esa es la postura que también defiende el gobierno de Estados Unidos para agilizar la distribución de la vacuna en América Latina y el Caribe. La coordinadora de la respuesta al COVID-19 y de seguridad sanitaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, Gayle Smith, reconoció que la administración norteamericana sigue muy vigilante a la situación en Sudamérica por las consecuencias que puede acarrear la falta de vacunas entre la población.
Para ello, la Casa Blanca ya está trabajando en un plan de actuación para Latinoamérica ya que esta región es una de las prioridades para el ejecutivo, sobretodo por la cercanía de esos países con Estados Unidos.
“La situación en los países del Caribe y en América Latina están al frente de Estados Unidos ya que están en nuestro hemisferio. No hemos tomado decisiones definitivas, pero les puedo decir que estamos mirando de cerca a cada región, que las conocemos bien y que he tenido el honor de reunirme con varios representantes de países del Caribe y América Latina”, indicó la alta funcionaria estadounidense.
Uno de los planes que contempla el gobierno de Estados Unidos pasa por ampliar los recursos económicos en materia sanitaria a través de la Corporación de Financiamiento para el Desarrollo (DFC en inglés) para cumplir con las peticiones de la OPS: incrementar la producción de vacunas en otros lugares del mundo y así agilizar la distribución de las dosis.
“Estamos trabajando para aumentar la oferta a través de la DFC para realizar inversiones en sitios de fabricación en todo el mundo ya que con una inyección de capital podrán aumentar la oferta a corto y medio plazo”, agregó Smith al respecto.
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La OPS defiende que la región sur del continente cuenta con las “capacidades esenciales” para poder ampliar esta producción con “instituciones académicas y de investigación sólidas, capacidad de manufactura y sistemas reguladores y un mecanismo eficaz de adquisición”.
Algunos países como Argentina, Brasil o México cuentan con la infraestructura necesaria para poder fabricar vacunas y algunos de estos centros se están preparando para, eventualmente, poder producir las dosis en estos lugares.
“Debemos aumentar la producción a lo largo de toda la cadena de valor de las vacunas; desde los insumos que las componen hasta los viales y jeringas que nos ayudan a distribuirlas, sin comprometer la calidad”, insistió Etienne.
El organismo sanitario, que vela por los intereses en la región, ha dado a conocer los acercamientos que se han dado con otros socios regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y algunos países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), como Argentina, Chile y Perú, ya han mostrado interés para abordar las necesidades al respecto.
“Hace tiempo que se requiere una red de fabricación regional que se apoye en nuestras fortalezas nacionales y que esté respaldada por compromisos financieros sostenibles”, insistía Etienne al tiempo que recalcaba que “también es nuestra mejor esperanza para una solución de largo plazo, porque el COVID-19 no será el último virus que ponga a prueba nuestros sistemas de salud”.