Un sismo de magnitud 5,3 sacudió las zonas fronterizas entre Ruanda y el Congo en la mañana del martes, indicó el Supervisor Sísmico Ruandés, lo que generó preocupaciones sobre una nueva erupción después de la del sábado, que acabó con la vida de al menos 32 personas.
El sábado, el monte Nyiragongo de la República Democrática del Congo, uno de los volcanes más activos y peligrosos del mundo, entró en erupción enviando un río de lava hacia Goma, una ciudad de unos dos millones de habitantes.
El área ha experimentado repetidos temblores desde entonces, y el lago de lava en el cráter del volcán parece haberse rellenado, lo que genera temores de nuevas fisuras u otra erupción, dijo la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.
El temblor pareció haber derrumbado varios edificios en Goma, dijo un reportero de Reuters, aunque aún no estaba claro si hubo víctimas, ya que la policía selló el área.
El movimiento telúrico se sintió a las 11:03 hora local (0903 GMT), con origen en el sector Rugerero en el oeste de Ruanda, según el Supervisor Sísmico Ruandés, que es administrado por la Junta de Minas, Petróleo y Gas de Ruanda.
En el último día han surgido múltiples grietas en la tierra en Goma, dijo el reportero de Reuters, aunque las empresas han reabierto en toda la ciudad y la vida parece estar volviendo a la normalidad para aquellos que no perdieron sus hogares.
Unas 1.000 casas fueron destruidas y más de 5.000 personas se vieron desplazadas por la erupción, según la ONU.
El flujo de lava se detuvo a unos cientos de metros antes de los límites de la ciudad, pero destruyó 17 aldeas en el camino, cortó el suministro eléctrico principal y bloqueó una carretera principal, interrumpiendo las entregas de ayuda a uno de los lugares con mayor inseguridad alimentaria en África.
Reuters