Con un repunte de casos de COVID-19 en la región que obliga al resguardo de la colectividad la situación se complica aún más cuando la electricidad empieza fallar o llegan los racionamientos que en los últimos días se activaron en algunas zonas de Maracaibo y San Francisco, según reporte de los habitantes.
Sin notificación previa y sin saber qué es lo que realmente ocurre con el sistema eléctricos, los marabinos esperan entre cuatros, seis o más horas para que les sea reconectado el servicio. En sectores de la parroquia Luis Hurtado Higuera los racionamientos son nocturnos.
“Llevamos más de un mes con racionamientos nocturnos que duraban máximo tres horas, pero desde hace dos semanas nos quitan la luz hasta seis horas y en la noche. Regresa pasadas las 12.00 de la noche, aquí tenemos personas con COVID-19, recién nacidos y ancianos que padecen este sufrimiento”, denunció Oriana Quijada, residente de Residencias Ana María.
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