La policía británica anunció el jueves no haber encontrado restos humanos durante excavaciones realizadas en el marco de la investigación sobre la desaparición hace 53 años de una adolescente que podría haber sido víctima de uno de los asesinos en serie más famosos del país.
Las excavaciones, realizadas en el sótano de la cafetería de Gloucester, en el suroeste de Inglaterra, donde trabajaba Mary Bastholm cuando en enero de 1968 fue vista por última vez con 15 años, han “terminado”, anunció un portavoz de la policía local.
“Podemos confirmar que no se ha encontrado restos humanos ni objetos de importancia para la investigación”, añadió.
Antes de suicidarse en la cárcel en 1995, el asesino en serie Frederick West era sospechoso de la desaparición de Mary, ocurrida en un momento en que este albañil trabajaba en la calle donde ella trabajaba como camarera.
El 17 de mayo, la policía dijo que había encontrado “posibles pruebas” del lugar donde podría haberla enterrado, después de que se detectaran anomalías estructurales en el sótano de la cafetería, que justificaban una investigación.
West fue condenado por los asesinatos de 12 mujeres. Nueve de los cadáveres fueron encontrados en el jardín y el sótano de su casa de Gloucester, que los medios bautizaron como la “casa del terror”.
Otros tres cuerpos, incluido el de su primera esposa, fueron encontrados en tres lugares donde la familia había vivido anteriormente.
Las víctimas, entre ellas dos hijas de West, habían sido torturadas y violadas, en un caso que traumatizó al Reino Unido.