No habrá segundo año para Andrea Pirlo. Impulsado a entrenador de la Juventus esta temporada sin experiencia previa al máximo nivel, el ‘Maestro’ no superó la reválida y este viernes fue anunciada su salida del club, tras los fracasos en Champions y en la Serie A.
“Gracias, Andrea. Estas son las primeras palabras que tenemos que pronunciar al final de esta experiencia particular vivida juntos”, indicó en un comunicado el club bianconero, cuyo nuevo entrenador podría ser Massimiliano Allegri.
En cinco temporadas en la Juve entre 2014 y 2019, este último conquistó cinco ‘Scudetti’, lo que parece propulsarle a una segunda etapa.
Dos títulos
Dos títulos -Supercopa de Italia y Copa- y un billete para la Liga de Campeones sellado ‘in extremis’ el pasado domingo en la última fecha, es un bagaje que se antoja insuficiente para Pirlo en una Juve que había conquistado los nueve títulos de liga precedentes.
“Ha sido un año intenso, complicado pero a pesar de todo maravilloso”, aseguró Pirlo en Instagram tras su despido.
Por ello, el joven técnico de 42 años, llegado al banquillo sin experiencia previa de entrenador, no gozará de la oportunidad de un segundo curso al frente de la Juve.
“Él ha comenzado un viaje de transformación, buscando y a menudo logrando llevar al terreno de juego sus ideas y su experiencia de gran jugador”, escribió la Juventus alabando al ‘Maestro’.
La Juve saludó asimismo los dos títulos conquistados y la “pasión” de su joven técnico, al que deseó “buena suerte para un futuro que será sin lugar a dudas magnífico”.
Pirlo, por su parte, había afirmado la semana pasada su deseo de prolongar su aventura. “Es una temporada en la que aprendí mucho. ¿Si seguiría en el puesto? Sí, por supuesto, seguiría, amo el fútbol, me gusta entrenar, luego el club decidirá”, había apuntado.
Después de las experiencias breves con Maurizio Sarri (2019-20) y Pirlo (2020-21), la Juve podría regresar a los orígenes con Allegri, con el que se dejó de contar en 2019 a pesar de sus títulos, por considerar su fútbol poco espectacular.
“Es la Juve, es normal que tengamos que ganar. Era el caso como jugador, lo será también como entrenador”, había dicho Pirlo cuando se sentó en el prestigioso banquillo.
En la Serie A la Juventus rápidamente se perdió en la carrera por el título, prácticamente desde la derrota en enero contra los Nerazzurri.
“Cuando me llamó la Juventus nunca pensé en el riesgo que tomaba, pero era bastante evidente. Si tuviera que volver a atrás, elegiría lo mismo”, añadió, subrayando haber alcanzado “los objetivos fijados”.
Sin estilo ni alma
Pirlo fue una apuesta del presidente de la Juventus Andrea Agnelli, que veía en el elegante centrocampista un joven ganador (Mundial 2006, Dos Ligas de Campeones y seis campeonatos de Italia) con el carisma de Pep Guardiola o Zinedine Zidane.
Su idea era un fútbol “total y colectivo, con once jugadores activos en fase ofensiva y defensiva”, citando como modelos “el Barcelona de Cruyff y Guardiola, el Ajax de Van Gaal, el Milan de Ancelotti y la Juventus de Conte”, estos dos últimos equipos en los que jugaba.
Tras un buen debut, las dudas comenzaron en otoño. Sus jugadores parecían perdidos, sin líneas claras ni carácter, a pesar de una victoria de prestigio 3-0 en Barcelona en la Liga de Campeones.
El invierno italiano, con la derrota ante el Inter y la eliminación en Champions en octavos ante el Oporto (1-2, 3-2 tras prórroga), fueron la puntilla.
La Juventus de Pirlo no encontró estilo ni alma, dependiente siempre de Cristiano Ronaldo a pesar de la ‘operación juventud’ lanzada fichando a Federico Chiesa, Dejan Kulusevski, Weston McKennie y Arthur.
El ‘Maestro’ se va con dos títulos, la Supercopa de Italia ante el Nápoles (2-0) y la Copa ante el Atalanta (2-1). Insuficientes para la exigencia de la Juventus.
AFP