El estado australiano de Victoria informó el jueves de solo tres nuevos casos de COVID-19, su menor aumento diario en más de una semana, un día después de que se prorrogara una semana más el bloqueo repentino de la capital del estado, Melbourne.
El segundo estado más poblado de Australia ha sufrido cuatro confinamientos desde que comenzó la pandemia, el más largo de los cuales duró más de 100 días a finales del año pasado.
Bajo una creciente presión y con la probabilidad de que se celebren elecciones dentro de un año, el primer ministro Scott Morrison anunció el jueves un plan para pagar hasta 500 dólares australianos (387 dólares) a la semana a las personas que se encuentren en situación de confinamiento.
Morrison dijo que los pagos se darían a personas mayores de 17 años que no puedan trabajar desde casa y que tengan menos de 10.000 dólares australianos en activos líquidos.
Australia introdujo un plan de subsidio salarial al principio de la pandemia, pero terminó en marzo y el Gobierno se resistió a las peticiones de reintroducir temporalmente la medida.
Los confinamientos repentinos, las restricciones en las fronteras internacionales y regionales y las estrictas normas de distanciamiento social han contribuido en gran medida a que Australia mantenga sus cifras de COVID-19 relativamente bajas, con 30.130 casos y 910 muertes.
Sin embargo, Morrison está siendo criticado por la lentitud en la campaña de vacunación y por su negativa a ayudar a los Gobiernos estatales a construir centros de cuarentena para COVID-19, en lugar de recurrir a la cuarentena en los hoteles, donde una seguridad poco estricta ha permitido la propagación del virus.
El último brote de Melbourne se ha atribuido a un viajero que regresó del extranjero y que abandonó la cuarentena de un hotel en el estado de Australia Meridional tras dar negativo, pero que posteriormente dio positivo en Melbourne.
Melbourne lleva ya siete días de duro bloqueo, previsto hasta el 10 de junio, ya que las autoridades afirman que la variante altamente contagiosa del virus, detectada por primera vez en la India, podría extenderse sin control.
Aunque los casos diarios de Victoria se han mantenido en un solo dígito durante una semana, las autoridades temen que incluso un contacto mínimo pueda contribuir a la propagación de la variante. Los tres casos proceden de una cifra récord diaria de más de 57.500 personas sometidas a pruebas diagnósticas, elevando el número total de infecciones en el brote a 61. Reuters