El crédito agrícola y la asistencia técnica no están llegando al eslabón más débil del sector primario de la cadena agroalimentaria. La falta de financiamiento y de acompañamiento está afectando la actividad productiva de la agricultura familiar. 130 mil familias campesinas dedicados a la agricultura familiar están en la ruina, condenadas a esta situación por el abandono del régimen a las políticas de financiamiento y de acompañamiento técnico a este sector.
La falta de atención financiera para las unidades de producción dedicadas a la agricultura familiar, impide cubrir el costo de producción y la adquisición de maquinarias e implementos, así como la construcción de la infraestructura y el mantenimiento de la existente. La falta de acompañamiento ha provocado la inexistencia de planificación de actividades a corto mediano y largo plazo, así como el apoyo tecnológico eficiente necesario para lograr la productividad y desarrollar mecanismos de comercialización.
Como la banca privada aplica la reciprocidad y solicita garantías colaterales, beneficia es a las grandes empresas agrícolas, los medianos productores han podido mantener activas sus unidades de producción financiándolas con recursos propios y con el apoyo de sus organizaciones gremiales, mientras que el sector campesino está muy desasistido debido al bajo nivel de asociatividad y a la falta de planificación del régimen, el cual usurpa los entes financieros públicos y los de acompañamiento técnico.
Históricamente la agricultura familiar ha sido un factor determinante en la mayoría de los cultivos más importantes de la producción de nuestro país, como la caña de azúcar, el café, el cacao, la horticultura, la fruticultura, raíces y tubérculos. En el sector de la ganadería ocupó un importante lugar, no tanto por la densidad de las unidades animales, si no, por la suma en el volumen de estas unidades.
En el sector de la pesca, la actividad de la captura artesanal es una labor ejecutada casi en su totalidad por los integrantes de la agricultura familiar. Este sector representa el mayor volumen de la oferta de esta importante fuente de proteína animal. Además, la mayoría de las especies accesibles para el consumo de la población de menor recurso, es ofertada por la pesca artesanal.
Sin embargo, para la pesca artesanal no existen planes de financiamiento ni apoyo para la adquisición de aparejos, embarcaciones y motores.
Las instituciones financieras que deberían asistir a los campesinos, medianos productores y pescadores artesanales, como el Fondas y el Banco Agrícola, son utilizadas por el régimen para hacer proselitismo político. Los programas de financiamiento para estos sectores, que se ejecutaban mediante programas especiales con la banca privada, dejaron de implementarse debido a la eliminación del Fondo de Crédito Agropecuario.
Los planes agrícolas del régimen son únicamente dirigidos a un sector afín a su tendencia política, o a quienes simulan serlo, y solo se manifiestan mediante la repartición de semillas, fertilizantes y agroquímicos, sin ningún criterio técnico ni acompañamiento. Los grandes recursos que maneja el régimen, son dirigidos a financiar los “conglomerados” que benefician únicamente a la nueva clase “empresarial” agrícola, creada para usufructuar lo que en justicia debe ir a la agricultura familiar.
Nota de Prensa