El embajador de Birmania en la ONU, que se negó a dejar el cargo tras ser destituido luego del golpe de Estado de febrero, pidió “medidas colectivas efectivas” contra la junta militar a pocos días de que el Consejo de Seguridad analice la situación ese país.
“Es de la mayor urgencia que la comunidad internacional tome medidas colectivas efectivas para evitar posibles crímenes contra la humanidad y el estallido de una crisis humanitaria regional”, dijo Kyaw Moe Tun en un carta a la ONU fechada el 28 de mayo y divulgada el lunes.
“La falta de esas acciones de la comunidad internacional incitará más a los militares a seguir cometiendo actos inhumanos y brutales contra civiles y resultará en mayores perdidas de vidas civiles inocentes en Birmania”, añadió.
Kyaw Moe Tun rechazó enérgicamente el golpe militar del 1 de febrero contra la presidenta civil Aung San Suu Kyi e ignoró la decisión de los golpistas de que no represente más al país en la ONU.
“Si la comunidad internacional, incluida la ONU, hubieran tomado acciones decisivas y oportunas contra los militares, se hubiera evitado la pérdida de 800 vidas inocentes”, dijo.
China trabajó reiteradamente para demorar que la crisis de Birmania fuera examinada por el Consejo de Seguridad. Pero una reunión a puerta cerrada está fijada para el viernes con el propósito de discutir los esfuerzos de mediación de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dijeron diplomáticos el lunes.
La última deliberación sobre Birmania en el Consejo fue el 30 de mayo. Por unanimidad, el organismo pidió el inmediato fin de la violencia tal como establece el plan de la ASEAN.
AFP