Una cañería tapada con fetos y con el cráneo de un niño fue apenas la punta del iceberg de la espeluznante historia que tuvo como protagonista a la mexicana Felicitas Sánchez Aguillón. El caso se remonta a la década de 1940, en la Ciudad de México, y la prensa de la época apodó a la mujer como “La trituradora de angelitos”, “La Ogresa” y “La descuartizadora de la Colonia Roma” (nombre del barrio en el que vivía).
Por Clarín
Felicitas fue acusada de asesinar a más de 50 niños, de practicar un sinnúmero de abortos clandestinos y de vender a bebés recién nacidos. Sus crímenes salieron a la luz el 8 de abril de 1941. Ese día, el dueño del negocio que estaba en la planta baja del edificio en el que ella vivía llamó a un plomero, ya que las cañerías se habían tapado. Para llegar al lugar en el que estaba el problema debían levantar el piso del almacén y así acceder a las cloacas. La conmoción al descubrir lo que generaba la obstrucción fue absoluta. El plomero encontró “un enorme tapón de carne humana putrefacta, gasas y algodones ensangrentados e incluso un pequeño cráneo humano”, según reconstruyó el diario mexicano La Prensa en su cobertura policial por aquellos años.
La única sospechosa era Sánchez Aguilón. La mujer había estudiado enfermería y ejercía como partera en su domicilio y en un negocio de su propiedad al que había nombrado “La Quebrada”. De inmediato, el comerciante dio aviso a la policía y ese mismo día tocaron la puerta de su casa -que estaba en el tercer piso del mismo edificio-, ubicada en calle Salamanca N°9. La mujer no estaba, pero de igual forma entraron a su vivienda. La sorpresa fue mayor cuando encontraron en su habitación más elementos que la involucraban directamente con los crímenes: agujas, ropa de bebés, un cráneo humano, velas y decenas de fotos de niños. De alguna forma, Felicitas supo que la Justicia estaba tras sus pasos y ese mismo día se dio a la fuga.
Asesinato de más de 50 niños
La investigación del caso cayó en manos del detective José Acosta Suárez. La información recabada por Suárez apuntó que “la Ogresa” asesinó a más de 50 niños bajo diferentes métodos: algunas veces provocando abortos, otras estrangulando a los bebés. Incluso, los hallazgos dentro de las cañerías de su edificio dieron cuenta de que también mató a los recién nacidos descuartizándolos y se deshizo de ellos tirándolos al inodoro.
Para leer más, ingresa aquí