Actualmente se define el futuro político de la nación entre dos propuestas que se están debatiendo, la primera es la que se discute en la Asamblea Nacional donde se avanza a la Chito callado en la conformación de un conjunto de leyes para la creación del estado comunal y la segunda es la que se desarrolla en la promoción de las elecciones para alcaldes y gobernadores, donde algunos aspirantes reclaman la conformación del estado federal, sustentado en la reforma constitucional de 1992, en el cual se les otorgó a los estados autonomía y recursos a través de la ley de asignaciones especiales y competencia administrativa.
Cuando se le consulta a la base popular su opinión sobre el proyecto de estado comunal, no existe mayor entusiasmo en su respaldo, incluso muchos lo identifican con los consejos comunales que se crearon hace más de una década, a los cuales se les dotó de inmensos recursos para el desarrollo de miles de proyectos a lo largo y ancho del país, cuyos escasos resultados están a la vista al no lograrse lo anunciado por sus promotores y observarse el abandono de muchos de estas inversiones realizadas, no logrando las comunidades los beneficios ofrecidos y estas se convirtieron en la mayoría de los casos en desilusiones.
Lo contrario se observa al promoverse la recuperación de las autonomías regionales por parte de aspirantes a las Alcaldías y Gobernaciones, se hace evidente que cuenta con un gran apoyo popular en todos los estados del país. Ya que se puede observar en los resultados positivos obtenidos en las inversiones realizadas con los recursos otorgados por el FIDES en obras y mejoras sociales. Hay que destacar los beneficios obtenidos para la década de los 90 en los servicios hospitalarios mejorados y el mantenimiento adecuado de las vías de comunicación, servicios de agua potable, mejoras en las comunidades que todavía se mantienen. En cada rincón de Venezuela hay una prueba de los beneficios obtenidos con esos recursos obtenidos e invertidos con mayor transparencia. El empuje alcanzado por las regiones durante la descentralización es evidente.
Sería necesario que se sometiera a consulta popular si los venezolanos estamos de acuerdo con el estado comunal, donde un solo gobierno el central dispone de los recursos de la Nación así como su destino, o un estado federal que si le garantice a los gobernadores y alcaldes a ser electos los recursos necesarios para ser invertidos en las mejoras necesarias en sus comunidades.
Están a la vista ambas experiencias y los resultados obtenidos. Es por ello la importancia de que el estado federal sea el que garantice el desarrollo y crecimiento de nuestras regiones y no el de un estado comunal centralizado que pretenda imponer nuestro destino como Nación.
Nota de Prensa