La irrupción del movimiento #MeToo por el que miles de mujeres denunciaron en todo el mundo situaciones de acoso y abuso sexual y los cambios en la percepción del cuerpo femenino hicieron tambalearse al gigante de la lencería Victoria’s Secret.
Los desfiles de delgadas modelos, a las que se conocía como “Angels”, y los anuncios de lencería hipersexualizados han ido perdiendo adeptos y ganando detractores, como si fuera algo de los años 90 o de principios del siglo XXI.
En ese contexto, la empresa se propuso reinventarse y uno de los primeros pasos lo dio hace dos años cuando decidió cancelar su famoso evento anual en el que modelos como Heidi Klum, Gigi Hadid o Alexina Graham desfilaban luciendo las prendas de la marca.
Ahora, ese proceso de lavado de imagen se ha profundizado con la contratación de figuras como la estrella estadounidense del fútbol femenino Megan Rapinoe o la actriz y cantante india Priyanka Chopra.
Ambas formarán parte de The VS Collective, un grupo de mujeres que trabajarán con la empresa en “colaboraciones, acuerdos de negocio e iniciativas para defender o promocionar distintas causas”.
Sin embargo, el mercado de la lencería ha cambiado y en los últimos años han surgido varias empresas capaces de competir con la otrora dominante Victoria’s Secret.
¿Será capaz de reconquistar su corona?
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